La Octava despide los actos religiosos en honor a San Fermín durante las fiestas

Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 19:59

PAMPLONA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

La corporación municipal encabezada por el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y numerosos pamploneses han arropado a San Fermín en la Octava, el último acto religioso del programa oficial de fiestas, que ha tenido lugar a las 11 horas de este lunes en la Capilla del Santo, en la parroquia de San Lorenzo.

A las 10.45 horas, los ediles han acudido, vestidos de gala, a la capilla de San Fermín para asistir a la eucaristía. Desde el Ayuntamiento, los concejales se han dirigido a la parroquia en cuerpo de ciudad por las calles San Saturnino y Mayor, acompañados por la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, la banda municipal La Pamplonesa, los timbaleros y los maceros.

Durante la homilía, Javier Leoz, párroco de Peralta y delegado episcopal de la Religiosidad Popular, ha destacado que las fiestas de San Fermín son una "impresionante carcasa de luz, imagen, música, color" y ha destacado que "sin elemento religioso todo esto no existiría".

Ocho días después de la celebración de la festividad de San Fermín, Leoz ha deseado que "ojalá los Sanfermines hayan contribuido a oxigenarnos", para "comenzar de nuevo". "Necesitábamos en estos ochos días la bendición de este santo patrón", ha dicho.

No obstante, el delegado episcopal ha expresado que "las cornadas no sólo están entre Santo Domingo y la Plaza de Toros" y ha criticado así los "insultos" y el "acoso y derribo" registrado en la subida a la Catedral tras la Procesión. A su juicio, "las fiestas no pueden quedar desacreditadas por algo ajeno al blanco y rojo de nuestra tierra".

Javier Leoz ha manifestado que este lunes, último día de las fiestas, "urge comprometernos ante San Fermín" y ha pedido "luchar para que algunos recuperen la conciencia de la paz". Asimismo, ha abogado por "seguir trabajando por que Navarra sea orgullosa y respetuosa".

La Octava a San Fermín se celebra desde antes de 1466 y cuenta con la presencia de la corporación municipal desde 1689, año en que se suspendieron los Sanfermines debido a la muerte de la reina María Luisa de Orleans. Como la fiesta entonces quedó bastante deslucida, el regimiento de la ciudad acordó celebrar la octava con mayor solemnidad y acudir en pleno.

Tras la Octava, se volverá al Ayuntamiento de Pamplona por el mismo recorrido y en la Plaza Consistorial la Comparsa de Gigantes y Cabezudos dedicará varios bailes a la corporación municipal que permanecerá asomada en el balcón de la primera planta.

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