Once detenidos en la desarticulación en el Raval barcelonés de una red de prostitución

Actualizado: lunes, 14 mayo 2007 21:30


BARCELONA, 14 May. (OTR/PRESS) -

La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal que se encargaba de la explotación sexual de rumanas en el barcelonés barrio del Raval. El balance total se cierra con 11 detenidos, acusados de traficar con las vidas de hasta 500 mujeres. Según informó la Policía, la red se dedicaba a captar mujeres, incluso menores de edad, en Rumanía, para trasladarlas después a España.

Una vez en nuestro país, las mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución. Por este motivo, los detenidos, tres españoles, siete rumanos y un pakistaní, fueron acusados de tráfico de personas y explotación mediante el ejercicio de la prostitución. No obstante, de los once arrestados, sólo uno ingresó en prisión preventiva por ser presuntamente el líder de la banda, los demás fueron puestos en libertad. Como ya viene siendo habitual, las mujeres salían de su país con la promesa de un trabajo legal en España, aunque más tarde la realidad les demostraba lo contrario.

Los trabajos legales ofrecidos por la organización como cebo, eran en hoteles de países donde la red se encontraba implantada. Así, a las mujeres que aceptaban se les proporcionaba la documentación necesaria para el viaje. El grupo se encargaba de trasladar a las víctimas hacia España o hasta otro de los países en los que actuaban, sufragando todos los gastos.

A su llegada a España, las chicas descubrían el engaño. Eran entregadas a sus proxenetas, que a su vez trabajaban para la red y se organizaban dependiendo de a qué familia rumana perteneciesen. Una vez que estaban en sus manos, los proxenetas exigían a las mujeres el pago de los gastos que a la organización le había supuesto trasladarlas hasta aquí. El único modo que tenían entonces de saldar su deuda era prostituyéndose.

VIGILADAS EN TODO MOMENTO

Los proxenetas se encargaban de controlar a las mujeres que ejercían la prostitución en las calles del Raval. Cada proxeneta solía controlar entre dos y cinco mujeres y se ocupaba además de recoger el dinero que diariamente recaudaban las mujeres cuya explotación tenía encomendada. Además de ser obligadas a prostituirse, en muchas ocasiones también eran obligadas a vender sustancias estupefacientes.

Cuando las jóvenes llegaban a España y se negaban a ejercer la prsotitución, el proxeneta tomaba las riendas y agredía fisicamente a las chicas, en muchas ocasiones incluso eran agredidas sexualmente. Además utilizaban amenazas de todo tipo contra ellas y sus familiares. Como precaución para posibles fugas, la organización les retiraba la documentación y procuraba no dejarlas ir sólas a ningún lugar.

Aunque la investigación comenzó a principios del mes de mayo del pasado año, la red llevaba operando más tiempo ya que la Jefatura Superior de Policía de Cataluña fue alertada debido a la notable actividad que la organización rumana venía desarrollando en el Raval. Durante la operación, colaboraron la Policía española, la noruega y la rumana.

TAPADERAS EN ESPAÑA

La Policía noruega trabajaba en un caso de tráfico de seres humanos en el que había involucrados varios proxenetas, ciudadanos rumanos y pakistaníes. Tras seguir varias investigaciones, descubrieron que estas personas también estaban inmersas en la organización que se investigaba en España. Tras esto, se registró un domicilio y una empresa de construcción que presentaba ofertas de trabajo y residencia fraudulentas para ciudadanos rumanos y pakistaníes.

Por ello, los agentes españoles iniciaron su investigación en una empresa de la construcción, con domicilio social en Barcelona, que realizaba a través de la Subdelegación del Gobierno peticiones de ofertas de trabajo y residencia para ciudadanos rumanos y pakistaníes que resultaban fraudulentas. Se pudo comprobar entonces la relación entre esta empresa y los ciudadanos rumanos vecinos del Barrio del Raval, constatándose que la única fuente de ingreso de estas personas eran las cantidades provenientes por el ejercicio de la prostitución de una veintena de mujeres de su misma nacionalidad.

De este modo, la Policía siguió con sus pesquisas y logró desarticular la red deteniendo a los 11 presuntos culpables, a quienes se les imputaron los delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal con fines de explotación sexual, relativos a la prostitución y contra el derecho de los trabajadores.