Unas 1.000 personas asisten en la iglesia jesuita de San Ildefonso de Toledo al encuentro por vía satélite con el Papa
TOLEDO, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Papa animó hoy a los universitarios de Europa y América a construir la civilización del amor en un encuentro por vía satélite con estudiantes de varias ciudades del mundo, entre ellas Toledo, donde asistieron unos 1.000 jóvenes en la iglesia jesuita de San Ildefonso, en el marco de la Jornada Europea-Americana de Universitarios.
Durante su intervención, el Papa afirmó que el cristianismo constituye un "lazo fuerte y profundo" entre el llamado viejo continente y el nuevo mundo y manifestó que "lamentablemente la llamada civilización occidental tiene también en parte traicionado su inspiración evangélica ya que se opone a una honesta y sincera reflexión y a un examen de conciencia", dijo.
Asimismo, apuntó que los jóvenes han sido siempre en la historia de Europa y las Américas portadores de "impulsos evangélicos", poniendo como ejemplo a San Francisco de Asis o la beata Caterina en América. Según Benedicto XVI los jóvenes deben ser los constructores de la civilización del amor "para que la semilla del evangelio renueve las civilizaciones de estos dos continentes".
El Papa prosiguió diciendo que las grandes ciudades europeas y americanas son cada vez más cosmopolitas, "pero a menudo hace falta en ellas esta semilla capaz de hacer que las diferencias no sean motivo de división o de conflicto, más bien de enriquecimiento recíproco".
Agregó también que la civilización del amor es convivencia "pacífica" y dijo que el Evangelio es la buena semilla del reino de Dios. El Papa se dirigió a los toledanos afirmando: "sed testimonio de la gran esperanza que Cristo ha traído al mundo, que el señor os bendiga y os acompañe en vuestros compromisos de estudio".
La ceremonia que consistió en la celebración de una Vigilia Mariana con el Papa en Directo desde Roma ha sido celebrada simultáneamente en otras nueve ciudades del mundo: Ciudad de Méjico (Méjico), Washington (EE.UU.), La Habana (Cuba), Loja (Ecuador), Aparecida (Brasil), Bucarest (Rumania), Minsk (Bielorrusia), Nápoles (Italia) y Aviñón (Francia).
El acto en Toledo estuvo presidido por el cardenal arzobispo y Primado de España, monseñor Antonio Cañizares, y el obispo auxiliar, Carmelo Borobia. Durante su intervención, el también vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española pidió a Dios que "ilumine nuestro entendimiento para que no nos dejemos seducir por las falsas esperanzas de las riquezas, del placer y de las ideologías modernas".
DISCURSO Y REGALO DEL PAPA.
Durante la vigilia varios jóvenes europeos y americanos intervinieron desde sus ciudades. Una joven estudiante de Magisterio llamada Alba de 19 años y un recién diplomado profesor de Música llamado Alberto de 24, ofrecieron en Toledo su testimonio al Papa y a los miles de universitarios de todo el mundo que en ese momento les estaban viendo.
Los universitarios toledanos concentrados en la iglesia jesuita de San Ildefonso tuvieron la oportunidad de saludar al Papa bajo el lema de "Esta es la juventud del Papa". Asimismo, tuvo lugar una paraliturgia centrada en los Dones del Espíritu Santo y se rezó el Rosario. Finalmente, Benedicto XVI entregó a los universitarios romanos un regalo: la encíclica Spe Salvi.
