MUNICH, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las campanas de las iglesias de Munich doblaron el sábado para celebrar la llegada del Papa Benedicto XVI a la ciudad en la que ejerció como sacerdote y arzobispo hace más de 25 años. Munich es la primera escala de una visita de seis días que realizará el Papa por Baviera.
El avión del pontífice, de 79 años de edad, aterrizó en el aeropuerto de Munich, donde una multitud agitaba banderas amarillas y blancas --los colores del Vaticano-- mientras Joseph Ratzinger descendía de la aeronave. El Papa se quitó su solideo pera evitar que el viento lo volara, como sucedió el año pasado en su visita a Colonia.
El pontífice fue recibido por el presidente de la RFA, Horst Koehler, y la canciller, Angela Merkel, antes de trasladarse hacia la plaza Marienplatz del centro de la ciudad, donde ofreció una plegaria junto a la estatua de la virgen María, patrona de Baviera, corazón del catolicismo alemán.
En el avión, Benedicto expresó a los periodistas que le gustaría volver a visitar Alemania en el futuro. "Soy un hombre mayor", manifestó. "No se cuánto tiempo me dará el Señor... al menos una vez más voy a ver mi tierra natal. Mi corazón se siente de Baviera", afirmó.
En el centro de la ciudad, las campanas resonaban mientras la población colmaba las calles para celebrar su llegada y veía una transmisión televisada en pantallas gigantes al tiempo que agitaba la bandera nacional de la Ciudad del Vaticano.
SACERDOTE Y ARZOBISPO
Benedicto XVI nació en la pequeña población de Marktl am Inn en 1927, y fue ordenado como sacerdote en Freising, en las afueras de Munich. Enseñó teología en Regensburg y ejerció como sacerdote y luego arzobispo de Munich entre 1977 y 1981, antes de que Juan Pablo II lo llamara al Vaticano para que dirigiera la Congregación para la Doctrina de la Fe, el departamento encargado de vigilar la doctrina de la Iglesia.
Se trata de la segunda visita del ex cardenal Joseph Ratzinger a Alemania, pero la primera a su región natal de Baviera desde que fue elegido para suceder a Juan Pablo II en abril del 2005.
La elección de Benedicto generó sentimientos encontrados en Alemania, cuna de la reforma protestante y de una iglesia católica liberal. Pero también existe orgullo por el Papa alemán, principalmente en Baviera.
Durante su gira, el pontífice planea detenerse en Marktl am Inn durante 15 minutos para visitar las tumbas de su hermana y sus padres en Regensburg, y pasar el día con su hermano mayor, el sacerdote Georg Ratzinger.
Sin embargo, la visita no sólo es para recordar sus raíces. Uno de los principales objetivos del papado de Benedicto es combatir la tendencia creciente a una sociedad laica, especialmente en Europa occidental.
Benedicto XVI rindió tributo a la tradición católica que se ha mantenido durante los siglos en Baviera, pero admitió que "el contexto social actual es de muchas maneras diferente al del pasado".
HERENCIA ESPIRITUAL
"No obstante, pienso que todos nos unimos en la esperanza de que las próximas generaciones puedan seguir siendo una realidad para la herencia espiritual", declaró en el aeropuerto tras su llegada.
"Mi deseo es que todos los habitantes de Baviera y de Alemania juntos participen activamente en el legado de los valores fundamentales de la fe cristiana a los futuros ciudadanos".
Mañana domingo ofrecerá una misa al aire libre a la que está previsto que asistan unas 250.000 personas en las afueras de la ciudad.
