Actualizado: viernes, 28 marzo 2014 18:17

ROMA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha advertido de que "ninguno" puede presumir de no ser un pecador, durante la homilía de la celebración penitencial celebrada este viernes en la Basílica Vaticana. "Todos somos pecadores", ha dicho.

Además, el Pontífice ha asegurado que "el hombre vale más por lo que es, que por lo que tiene". Por otro lado, ha recordado que la Cuaresma "renueva el apelo de la conversión" porque es la llamada "a cambiar de vida", al tiempo que ha matizado que la conversión "no es cuestión de un momento determinado o de un periodo del año" sino que se trata de un "esfuerzo que dura toda la vida". En esta línea, ha puesto de manifiesto dos elementos esenciales de la vida cristiana: "revestirse de hombre nuevo" y "permanecer en el amor de Cristo".

Igualmente, ha recalcado que la vida nueva permite "mirar a la realidad con ojos diversos, sin distraerse en cosas que no cuentan y no duran mucho" y ha invitado a abandonar "completamente los comportamientos del pecado y fijar la vista en lo esencial".

Francisco ha hecho una distinción entre "la vida deformada del pecado" y "la iluminada por la gracia" y ha comentado que "del corazón del hombre renovado provienen comportamientos buenos" para después destacar algunos de esos buenos comportamientos: hablar siempre con verdad, evitar las mentiras; no robar, pero sobre todo compartir lo que se tiene con los demás, especialmente con los más necesitados; no ceder a la ira, al rencor o la venganza y ser magnánimos, estar preparados para perdonar; no caer en los cotilleos que destrozan la buena fama de las personas y mirar el lado positivo de cada uno.

En la solemne celebración penitencial, en la que el Papa ha confesado personalmente a varias personas, ha expresado que con el perdón "el corazón se renueva y se hace más joven" y ha afirmado que Dios "no solo deja la puerta abierta, sino que espera siempre". "Él hace fiesta si vas con todos los pecados, en vez de castigarte, hace fiesta", ha agregado.

Esta celebración ha abierto el momento especial de penitencia promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización con el título '24 horas por el Señor', que se ha vivido a la vez en numerosas diócesis del mundo, en la vigilia del IV domingo de Cuaresma.

Esta viernes por la noche, a partir de las 20.00 en tres iglesias del centro histórico de Roma -Santa Inés en Agón, Santa María en Trastévere y Santísimos Estigmas- los confesores estarán a disposición de los fieles para la celebración individual del sacramento de la penitencia en el contexto de la adoración Eucarística.