El Papa: "Dios es bueno conmigo, me da una sana dosis de inconsciencia"

El Papa Francisco saluda en una audiencia
Foto: REUTERS
Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 14:06

ROMA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El Papa ha concedido una entrevista al diario argentino 'La Nación' en la que repasa los desafíos de su pontificado. "Dios es bueno conmigo, me da una sana dosis de inconsciencia. Voy haciendo lo que tengo que hacer", ha comentado.

   Además,  ha afirmado que la "falta de cercanía" y "el clericalismo" hacen que los fieles se alejen de la Iglesia al tiempo que ha manifestado que lo que más le preocupa en este momento es "la reforma espiritual, la reforma del corazón".

   "Dejando afuera lo externo a la Iglesia, me pregunto: ¿cuáles son las cosas nuestras, dentro de la Iglesia, que hacen que los fieles no se sientan satisfechos? Y es la falta de cercanía y el clericalismo. La proximidad es el llamado hoy al católico, a salir y hacernos próximos de la gente, de sus problemas, de sus realidades", ha detallado el pontífice.

   Al ser preguntado por la estrategia para recuperar fieles Francisco ha explicado "la Iglesia no quiere hacer proselitismo porque la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción, como dijo Benedicto". "La Iglesia tiene que ser un hospital de campaña y salir a curar heridas, como el buen samaritano. Hay gente herida por desatención, por abandono de la Iglesia misma, gente que está sufriendo horrores", ha comentado.

   Sobre una posible división en la Iglesia después del Sínodo, como han publicado algunos medios de comunicación, el Papa ha comentado que "no fue una división tipo estrella contra el Papa" porque "el problema no era con el Papa, sino que era entre diversas posturas pastorales".

   Así, inquirido sobre las resistencias en el Vaticano con el nuevo status quo que significó la llegada del pontífice argentino ha explicado que "las resistencias ahora se evidencian, pero para mí es un buen signo, que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo. Es sano ventilar las cosas; es muy sano", aunque ha precisado que considera las resistencias "como puntos de vista distintos, no como cosa sucia. Tiene que ver con decisiones que por ahí tomo, eso sí. Claro, hay decisiones que tocan algunas cosas económicas, otras más pastorales".

   En este sentido, ha declarado que no se siente "preocupado" porque le parece "todo normal" y que "sería anormal que no existieran puntos divergentes. Sería anormal que no saliera nada".

   "Una cosa que me dije desde el primer momento fue: "Jorge, no cambies, seguí siendo el mismo, porque cambiar a tu edad es hacer el ridículo", ha comentado Francisco que cumplirá el próximo 17 de diciembre 78 años y que lleva 20 meses como pontífice.

   Para el pontífice la reforma de la Curia Romana consiste en "hacer marchar la curia en la dirección que las congregaciones generales [las reuniones que anteceden al cónclave] pidieron" y ha reconocido que para eso "falta mucho todavía". "Falta, falta. Porque, en las congregaciones generales precónclave, los cardenales pedimos muchas cosas y hay que seguir adelante en todo eso", ha comentado.

   Sobre la situación de ese proceso de reforma ha detallado que "el IOR [Instituto para las Obras de Religión] está funcionando fenómeno y se hizo bastante bien eso. Lo de la economía está yendo bien" pero que "la reforma espiritual es lo que en este momento me preocupa más, la reforma del corazón". Además ha concretado que "el proceso es lento".

"El otro día tuvimos una reunión con los jefes de dicasterios y se presentó la propuesta que hicieron de juntar los dicasterios de Laicos, Familia, Justicia y Paz. Y hubo discusión ahí, cada uno expresó lo que le parecía, y ahora esto vuelve al G-9. Es decir, la reforma de la curia lleva mucho tiempo, es la parte más compleja", ha comentado.

   Sobre el Sínodo de Obispos sobre la familia que se celebró el pasado octubre Francisco ha aclarado que esa asamblea "es un proceso" y que "no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio". Además ha añadido que no tiene "miedo de seguir el camino de la sinodalidad [palabra que deriva del griego syn, odos, caminar juntos], porque es el camino que Dios nos pide. Es más, el Papa es garante, está ahí para cuidar eso también".

   Preguntado sobre qué es lo que más le gusta de ser Papa, Francisco ha admitido que antes de ser elegido como pontífice se "estaba retirando".

   "O sea, cuando volviera a Buenos Aires, había quedado con el nuncio de hacer la terna ya para que, a fin de ese año [2013], asumiera el nuevo arzobispo. Tenía la cabeza enfocada en los confesionarios de las iglesias donde iba a ir a confesar. Incluso estaba el proyecto de pasar dos o tres días en Luján y el resto en Buenos Aires, porque Luján a mí me dice mucho, y las confesiones en Luján son una gracia. Cuando vengo acá, tuve que volver a empezar con todo esto nuevo. Y una cosa que me dije desde el primer momento fue: "Jorge no cambies, seguí siendo el mismo, porque cambiar a tu edad es hacer el ridículo". Por eso he mantenido siempre lo que hacía en Buenos Aires. Con los errores, por ahí, que eso puede suponer. Pero prefiero andar así como soy. Evidentemente, eso produjo algunos cambios en los protocolos, no en los protocolos oficiales porque esos los observo bien. Pero mi modo de ser aun en los protocolos es el mismo que en Buenos Aires, o sea que ese "no cambies" me cuadró bien la vida", ha explicado.

   Sobre su salud ha explicado que tiene "achaques" y a esta edad los achaques se sienten. "Pero estoy en manos de Dios, hasta ahora puedo llevar un ritmo de trabajo más o menos bueno", ha concluido.