El Papa Francisco proclama santos a Pablo VI, monseñor Romero y la monja española Nazaria

El Papa Francisco en la plaza de San Pedro
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Actualizado: domingo, 14 octubre 2018 11:12

ROMA, 14 Oct. (EUROPA PRESS)

El Papa Francisco ha proclamado santos este domingo 14 de octubre de 2018 en una ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al Papa Pablo VI, que defendió la democracia y ayudó indirectamente a los obispos españoles a participar en la Transición; al arzobispo salvadoreño Óscar Romero, que luchó contra la pobreza y la justicia social hasta que fue asesinado mientras oficiaba misa; y a la monja española Nazaria Ignacia March, que conoció a Bergoglio realizando su labor en las villas miseria de Buenos Aires.

La ceremonia de canonización múltiple, en la que también han sido inscritos en el libro de los santos de la Iglesia otros cuatro beatos --Francesco Spinelli, Vincenzo Romano, María Caterina Kasper y Nunzio Sulprizio--, ha comenzado en torno a las 10,00 horas y la proclamación de la santidad ha tenido lugar a los pocos minutos de comenzar.

Su Majestad la Reina Sofía ha acudido en representación de España a la ceremonia de canonizaciones de este domingo en Roma.

A las 10,15 horas, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu, ha pedido al Pontífice que "inscriba" a estos beatos en el libro de los santos de la Iglesia, tras hacer un repaso de la biografía de cada uno de ellos.

A continuación, el Papa Francisco ha pronunciado la fórmula de canonización: "En honor a la Santísima Trinidad, para exaltación de la fe católica y crecimiento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y la nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocando muchas veces la ayuda divina y escuchado el parecer de numerosos hermanos en el episcopado, declaramos y definimos Santos a los Beatos y los inscribimos en el catálogo de los santos, estableciendo que en toda la Iglesia sean devotamente honrados".

Juan Bautista Montini nació en 1897 y el 21 de junio de 1963 fue elegido como el 262 Papa de la Iglesia Católica adoptando el nombre de Pablo VI y comenzando un Pontificado en el que llevó a término el Concilio Vaticano II convocado por Juan XXIII y escribió la encíclica Humanae Vitae.

El postulador de la Causa de canonización de Pablo VI, el padre Antonio Marrazzo, aseguró ya con motivo de su beatificación que el Papa Montini, desde antes de ser Pontífice, "no estuvo a favor de Franco como tampoco lo estuvo de Musolini" porque fue un Papa "antifascista". Además, destacó el comportamiento de Pablo VI hacia la "democracia" y afirmó que "ayudó a los obispos españoles, aunque sin intervenir directamente, a ser protagonistas de la transición".

Entre los santos, también se encuentra el arzobispo salvadoreño e histórico líder por los derechos de los trabajadores Óscar Arnulfo Romero, referente para muchos por sus discursos contra la pobreza y a favor de la justicia social.

Fue asesinado por un francotirador paramilitar mientras oficiaba misa en una capilla de un hospital para pacientes con cáncer la tarde del 24 de marzo de 1980. Una comisión de la verdad de Naciones Unidas determinó que el crimen fue ordenado por Roberto D'Aubuisson, fundador de los escuadrones de la muerte y del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), pero los responsables de su muerte nunca fueron llevados a juicio.

LOS POBRES Y LA PROMOCIÓN DE LA MUJER

Por su parte, la religiosa española Nazaria Ignacia March Mesa, fundadora de la Congregación de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, desarrolló su vida de servicio en Bolivia, donde fundó su congregación, dedicada a los más necesitados de la sociedad y a la promoción de la mujer.

También era amiga del Papa Francisco y su vinculación venía de la labor que realizaba la congregación en las Villas Miseria de Buenos Aires, donde también acudía Bergoglio. La superiora general de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, la madre Daniela Pérez, ha recordado que cuando el entonces arzobispo de Buenos Aires visitaba su comunidad decía: "Por aquí ha taconeado una santa".