ROMA, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI señaló hoy, con motivo de la XLI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, instó hoy a los medios de comunicación a que promuevan la dignidad del ser humano, el valor del matrimonio y de la vida familiar, para ayudar a los padres y los profesores en la tarea de educar a los niños "en el camino de la belleza, de la verdad y de la bondad".
"Los complejos desafíos a los que se enfrenta la educación actual están fuertemente relacionados con el influjo penetrante de estos medios en nuestro mundo", advirtió el Santo Padre. "Algunos afirman que la influencia formativa de los medios se contrapone a la de la escuela, de la Iglesia e incluso a la del hogar", agregó antes de destacar la importancia de educar a los niños en "el recto uso de los medios", para su buen desarrollo cultural, moral y espiritual, responsabilidad que recae, según Su Santidad, en los padres, la Iglesia y la escuela.
En lo que respecta a los padres, el Papa destacó la "vital importancia" de su papel, ya que "tienen el derecho y el deber de asegurar un uso prudente de los medios educando la conciencia de sus hijos, para que sean capaces de expresar juicios serenos y objetivos que después les guíen en la elección o el rechazo de los programa expuestos".
Así, para Benedicto XVI, cuando se sitúa a los niños delante de lo que es "estética y moralmente excelente" se les ayuda a desarrollar la apreciación, la prudencia y la capacidad de discernimiento. En este sentido, destacó lo beneficioso de introducir a los jóvenes "en los clásicos de la literatura infantil, las bellas artes y la música selecta".
Pero esta tarea de padres y profesores de educar a los niños "en el camino de la belleza, de la verdad y de la bondad", solo se verá favorecido por la industria de los medios en la medida en que ésta "promueva la dignidad fundamental del ser humano, el verdadero valor del matrimonio y de la vida familiar, así como los logros y metas de la humanidad", según el Sumo Pontífice.
Así, reconoció que los comunicadores se enfrentan "con frecuencia a presiones psicológicas y especiales dilemas éticos", en un marco de competencia comercial que en ocasiones les lleva a "rebajar su estándar".
Sin embargo, advirtió de que "toda tendencia a producir programas --incluso películas de animación y videojuegos-- que exaltan la violencia y reflejan comportamientos antisociales o que, en nombre del entretenimiento, trivializan la sexualidad humana, es perversión", y especialmente cuando son programas dirigidos a niños y adolescentes.
Por ello, exhortó "nuevamente a los responsables de la industria de estos medios para que formen y motiven a los productores para salvaguardar el bien común, preservar la verdad, proteger la dignidad humana individual y promover el respeto por las necesidades de la familia".
