El Papa llama a la renovación del Concilio Vaticano II y al fin de la división entre católicos

Actualizado: sábado, 19 abril 2008 20:59

NUEVA YORK, 19 Abr. (ACI/EP) -

El Papa Benedicto XVI pidió durante su homilía extraordinaria de hoy en la catedral de San Patricio en Nueva York por la superación de las divisiones dentro de la Iglesia para lograr la renovación espiritual buscada por el Concilio Vaticano II.

Así, ante 3.000 sacerdotes, religiosos y seminaristas reunidos en la catedral neoyorquina, el Papa pidió la gracia de un nuevo Pentecostés para la Iglesia en América y exhortó a llevar un mensaje de esperanza a un mundo marcado por la violencia y el cinismo.

"La proclamación de la vida, de la vida abundante, debe ser el centro de la nueva evangelización. Pues la verdadera vida, nuestra salvación, se encuentra sólo en la reconciliación, en la libertad y en el amor que son dones gratuitos de Dios", declaró.

"Éste es el mensaje de esperanza que estamos llamados a anunciar y encarnar en un mundo en el que egocentrismo, avidez, violencia y cinismo parecen sofocar muy a menudo el crecimiento frágil de la gracia en el corazón de la gente", añadió el Sumo Pontífice.

Benedicto XVI reconoció que "no es un cometido fácil en un mundo que es propenso a mirar 'desde fuera' a la Iglesia, igual que a aquellos ventanales: un mundo que siente profundamente una necesidad espiritual, pero que ve difícil 'entrar en el' misterio de la Iglesia".

El Papa lamentó las carencias de una sociedad que, a veces, parece haber olvidado a Dios y que se irrita "ante las exigencias más elementales de la moral cristiana". También señaló que una de las grandes desilusiones que siguieron al Concilio Vaticano II ha sido la experiencia de división entre diferentes grupos, distintas generaciones y diversos miembros de la misma familia religiosa.

"¡Dirijamos, pues, nuestra mirada hacia arriba! Y con gran humildad y confianza pidamos al Espíritu que cada día nos haga capaces de crecer en la santidad que nos hará piedras vivas del templo que Él está levantando justamente ahora en el mundo. Si tenemos que ser auténticas fuerzas de unidad, ¡esforcémonos entonces en ser los primeros en buscar una reconciliación interior a través de la penitencia!", exhortó el Papa.