Las parroquias españolas celebran hoy la festividad de San Antón, con la tradicional bendición de los animales

Actualizado: sábado, 17 enero 2009 10:12

MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las parroquias españolas celebran hoy la festividad de San Antón, patrón de los animales, con la tradicional bendición de las mascotas. Numerosas personas se acercarán, por este motivo, a los templos católicos para que el sacerdote bendiga y rocíe con agua bendita a su animal de compañía procurándole "la protección de Dios".

En la Real Iglesia de San Antón se celebrará, como cuenta su párroco Juan Martínez, "la popular y típica" bendición de animales y la venta de panecillos del Santo. Martínez reconoce que pasan por la madrileña calle de Hortaleza cientos de personas con sus mascotas, hasta el punto de que se forman "colas interminables".

"¡El señor bendiga a este animal y que san Antón le proteja de todos los males del cuerpo!", son las palabras que pronuncia el sacerdote a la vez que rocía al animal con agua bendita.

Entre las especies más numerosas, destacan los perros, gatos, tortugas y pájaros; aunque según expone el párroco, "es habitual ver alguna serpiente o animal exótico". Por otro lado, es muy típico entre los fieles realizar las llamadas 'vueltas del Santo', que darán comienzo a las 17:00 horas, y que consisten en un desfile en el que todos los animales y sus dueños marchan por las calles aledañas al templo parroquial.

Además, en dicho acto, también participan caballos de la Policía Municipal, palomas mensajeras del Ejército, perros de salvamento de los Bomberos, animales del Zoo de Madrid y varios ejemplares del Circo.

Por su parte, la Fundación ONCE del Perro Guía también se involucra un año más en la tradicional fiesta llevando varios cachorros y perros reproductores, acompañados de sus cuidadores y educadores. Junto a ellos, participarán un grupo de perros guía en activo y sus dueños.

ANTONIO Y LOS ANIMALES

Según cuenta la historia, San Antonio Abad nació en el actual Egipto en el año 251, y murió en el 356 d.c, a los 105 años de edad. Se dice que cuando tenía 20 años, repartió todas sus posesiones entre los pobres y fundó varios monasterios.

En su vida destaca el encuentro que tuvo con San Pablo Ermitaño, recogido por Velázquez en su cuadro 'San Pablo y San Antonio', una obra donde aparecen los dos santos junto con un cuervo que acude a alimentarlos con un pan en el pico.

La leyenda cuenta que cuando San Antón veía a un animal herido, lo curaba, al igual que hizo con el cerdo que siempre le acompañaba y que le valió el apodo de San Antonio del Porquet. Por eso, en la ciudad de Madrid se rifaba antiguamente entre los vecinos un cerdo después de las celebraciones de los oficios religiosos.