BELÉN, 23 Dic. (De la enviada especial de Europa Press, Cristina Bonillo) -
El Patriarca católico de Jerusalén, Michel Sabah, máxima autoridad de la Iglesia católica en Oriente Próximo, dará comienzo oficialmente mañana a la Navidad, desplazándose desde Jerusalén hasta Belén en una procesión que reproduce el camino por el que María y José llegaron hasta la ciudad, donde tuvo lugar el nacimiento de Jesucristo.
El camino, originariamente desde Nazaret hasta Belén, queda recortado y se realiza desde Jerusalén, ya que es allí donde el Patriarca reside. La comitiva se desplazará en coches, escoltada por la Policía y los cuerpos de seguridad israelíes hasta el muro de Belén construido por los israelíes y que rodea toda la ciudad.
Antes de llegar al muro de separación, la comitiva que encabezan cuatro personas a caballo, se detendrá en el Monasterio del Profeta Elías, situado a las afueras de Belén, donde el Patriarca será recibido por las máximas autoridades de la ciudad y la provincia, entre ellas, el alcalde, Victor Batarse, el gobernador, Salah Ta'amarmi, y los jefes de los cuerpos de seguridad palestinos, que se unirán a la procesión para escoltarles.
Una vez en el muro, la comitiva entrará a Belén por una puerta situada en al antigua carretera que unía Belén con Jerusalén (separadas sólo por nueve kilómetros) y que quedó cortada por el muro. Esta es la única vez en todo el año que se abre dicha puerta, para cumplir con el recorrido tradicional y evitar que el Patriarca pase por los controles militares hebreos habituales, única entrada a la localidad. Este hecho se produce desde hace dos años, momento en que fue levantada el muro de cemento que separa a Belén del resto de Cisjordania.
Una vez en Belén, el Patriarca y la delegación realizarán un recorrido por el casco antiguo hasta llegar a la Iglesia de la Natividad, donde serán recibidos nuevamente por las autoridades y el párroco de la iglesia, lugar donde nació el Mesías.
A continuación el Patriarca entrará en la Iglesia, donde permanecerá hasta las doce de la noche, hora en que se celebra la misa de Gallo, y que se extenderá hasta las 2.00 de la madrugada (3.00 hora peninsular española). Una vez que finalice, las homilías continuarán hasta las 6.00, haciendo honor al nombre que lleva la misa, hasta el momento en que cantan los gallos.
