MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los accidentes de tráfico son la primera causa de mortalidad infantil en los niños de entre 1 y 5 años, causados, en la mayoría de los casos, por no utilizar los dispositivos de seguridad o no hacerlo de forma adecuada. Dos de cada tres niños viajan sin cumplir estas normas vigentes, según informó el doctor Jordi Mateu Sancho, Coordinador de la Comisión de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP). La labor educativa del pediatra resulta fundamental en este ámbito para concienciar a los padres e informarles de las sillas de coche que pueden encontrar en el mercado, cuyo uso es obligatorio hasta los tres años de vida.
En los últimos ocho años, más de 1.300 niños han perdido la vida en accidentes de tráfico, la mayoría de ellos en las carreteras y el resto dentro de los cascos urbanos. La causa de estas muertes fue el uso inadecuado de los dispositivos de seguridad o la ausencia de los mismos. En la mayoría de las ocasiones los sistemas de retención no se colocan dentro del coche en el sito recomendado, suelen situarse en el asiento incorrecto o tales sistemas no son los adecuados para la edad del niño. En definitiva, "las principales causas de los accidentes de tráfico en los niños se resumen por el incumplimiento de las recomendaciones de seguridad", recalcó el doctor.
Si se hiciera un uso adecuado de los sistemas de retención o si se cumplieran las normas vigentes, se estima que podrían llegar a evitarse el 75% de las muertes que ocasionan y hasta el 90% de las lesiones. En referencia a estos datos el experto recalcó que "usar las sillas de seguridad marca la diferencia entre la vida y la muerte", y subrayó que "los accidentes infantiles en general significan la cuarta causa de muerte en los niños de un año, la segunda en los de dos años la primera en los de cuatro años".
En esta labor educativa la figura del pediatra resulta fundamental para concienciar a los padres de la importancia del uso correcto de los dispositivos de seguridad y para informarles de los sistemas adecuados para cada niño en función de su edad. Sin embargo el problema está, en muchos casos, en el gasto económico que supone la compra de estas sillas. Según el presidente de la AEP, Alfonso Deltado, "algunos padres no pueden asumir el coste que suponen todos los dispositivos de seguridad que el niño necesita, de ahí que las administraciones deberían adoptar algunas medidas de apoyo que aliviaran tal situación".
DISPOSITIVOS
En el mercado existen distintos tipos de sillas de coche cuyo uso resulta obligatorio hasta los tres años de vida. Actualmente pueden encontrarse cinco tipos diferentes de sillas en función del peso y la talla del niño. Tenemos asientos del Grupo 0, recomendados desde el nacimiento hasta los 9 meses; Grupo 0+, para niños que no tienen más de 18 meses; Grupo I, recomendados desde los 9 meses hasta los cuatro años; Grupo II, para niños de entre 3 y 12 años; y Grupo III, recomendados desde los 6 a los 12 años. En la actualidad también se pueden encontrar asientos combinados que se adaptan a varios grupos a la vez. Hasta ahora los padres debían elegir una u otra silla de seguridad en función del peso y la talla del niño, una situación que podría cambiar en un futuro próximo.
Está prevista la entrada en vigor en los próximos meses de una nueva normativa en la que se especifique la obligatoriedad de utilizar los dispositivos de seguridad en función de la talla del niño. En este sentido serán obligatorios hasta que el niño alcance los 1,35 metros de estatura y ya sea efectivo el cinturón de seguridad. En este ámbito, Jordi Mateu Sancho afirmó que "si hasta la fecha era obligatorio el uso de dispositivos de seguridad infantiles hasta los 3 años de edad, con la nueva regulación tal obligación se prologará hasta los 8 ó 9 años, ya que suele ser entonces cuando el niño alcanza los 1,35 metros altura".
