MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El PP considera que la proposición no de ley aprobada ayer en el Congreso animando a la retirada de símbolos religiosos en los centros escolares es una iniciativa "radical y muy desafortunada" que espera que no se cumpla. "Trataremos de que no salga adelante", anunció el diputado Alfonso Alonso, coordinador de los temas sociales en la dirección del Grupo Popular en el Congreso.
Según explicó, la iniciativa pactada por PSOE y ERC y aprobada en la Comisión de Educación del Congreso "viene a crear una división y un problema donde no lo hay". A su juicio, la presencia de símbolos religiosos es "un hecho pacífico en la comunidad escolar" y debería pertenecer a la autonomía de los centros.
LLAMAMIENTO A LA SENSATEZ
En declaraciones en el Congreso, Alonso hizo un llamamiento a la "sensatez" recordando que no sólo son símbolos religiosos, sino que se trata de "símbolos culturales que están asociados a nuestra historia y que forman parte de las señas de identidad de España".
También el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, aseguró hoy no compartir "en absoluto" la iniciativa aprobada ayer en el Congreso, a propuesta de ERC, de retirar los crucifijos de todos los centros escolares porque, según defendió, se trata de un símbolo "cultural" y no "ofensivo" que representa "lo que Europa es, ha sido y debería seguir siendo". "Va más allá del hecho religioso", apostilló.
SE HA IDO DEMASIADO LEJOS
En declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja, González Pons señaló que, con dicha propuesta, que recibió el apoyo de los socialistas, se ha ido "demasiado lejos", porque, a su juicio, el crucifijo forma parte de una tradición y una cultura que "va más allá del hecho religioso".
"Si por combatir el hecho religioso acabamos renunciando a nuestra tradición y a nuestra cultura, no quedará nada de nosotros", enfatizó el dirigente 'popular', quien agregó que el crucifijo, además de representar la religión cristina, es un símbolo cultural de lo que Europa "es, ha sido y debería seguir siendo". "No es un absoluto un símbolo ofensivo", zanjó.
