Presidenta de Juntas de Guipúzcoa dice que la vuelta de Larrañaga es un paso más hacia la abolición de la pena capital

Actualizado: martes, 6 octubre 2009 10:45

SAN SEBASTIAN, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

La presidenta del Parlamento de Guipúzcoa, Rafaela Romero, mostró hoy su "satisfacción y alegría" porque el joven de origen guipuzcoano Paco Larrañaga haya abandonado ya la cárcel en Manila y esté siendo trasladado a España, al tiempo que destacó que su vuelta supone "un paso más hacia la abolición de la pena de muerte".

En un comunicado, Romero subrayó que hoy "es un día grande para todos los que estamos comprometidos en la lucha para la abolición de la pena de muerte". "Hoy es un gran día para la familia Larrañaga, que después de trabajo y sufrimiento, ha visto cumplida la meta de evitar que Paco fuese ejecutado en Filipinas", afirmó.

Además, consideró que la vuelta de Larrañaga a España supone "una pequeña victoria dentro de una gran lucha para consagrar en todo el mundo el principio del respeto del derecho a la vida como el derecho humano más fundamental", aquel con el que "todo cabe y sin el cual no se puede nada" .

La presidenta de las Juntas aprovechó la ocasión para recordar a Pablo Ibar y Nabil Manakly, los otros dos españoles, uno de ellos de origen guipuzcoano, que fueron condenados a muerte en EE.UU. y Yemen, respectivamente, y cuyo caso está pendiente de ser resuelto, en especial al primero que "sigue perdiendo su vida en el corredor de la muerte y luchando por tener un juicio justo y con las garantías que le fueron negadas".

Además, agradeció a "todos los que han hecho posible" la vuelta de Larrañaga, organizaciones abolicionistas contra la pena de muerte, el estado Español y resto de instituciones que han trabajado por librar al joven de la ejecución" por su "labor incansable y su compromiso contra la pena de muerte y con la familia del guipuzcoano".

Finalmente, recordó que mañana se dará lectura en el Parlamento guipuzcoano a la declaración institucional contra la pena de muerte por familiares de Ibar y Larrañaga, a quienes agradeció su "generosidad y su compromiso para luchar contra la pena de muerte, a pesar "del sufrimiento por sus familiares y el dolor de su ausencia".