Provocaban de forma intencionada incendios para poder robar cobre

Agentes De La Guardia Civil Con El Cobre Incautado En La Operación 'Molino'
GUARDIA CIVIL
Actualizado: domingo, 1 enero 2012 20:10

Se trata de uno de los primeros casos en el conjunto nacional en los que dicho 'modus operandi' pudo ser verificado


MURCIA, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil de Murcia permitió el esclarecimiento de uno de los primeros casos en el conjunto nacional en los que el 'modus operandi' de los delincuentes consistía en provocar intencionadamente incendios con el objetivo de distraer la atención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, con ello, poder perpetrar con mayor impunidad el robo de material de cobre.

De las numerosas investigaciones desarrolladas por el citado Cuerpo durante 2011 que han permitido esclarecer delitos tanto de receptación como de robo con fuerza en las cosas, resalta por su envergadura la operación 'Molino', desarrollada por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Murcia durante ocho meses y en la que participaron más de medio centenar de agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil de Murcia Y Alicante.

Dicha operación se saldó con la detención de 12 personas, la imputación de otras 12 y la incautación de 10 toneladas de material de cobre, según la información de la 5ª Zona de la Guardia Civil de Murcia a la que ha tenido acceso Europa Press.

Las actuaciones se iniciaron en septiembre, a raíz de las detenciones de dos presuntos autores de los incendios forestales de la Sierra del Molino, que calcinó casi 600 hectáreas dentro de los términos municipales de Calasparra y Cieza, y de la Sierra del Puerto, que afectó a unos 5.000 metros cuadrados en la primera de dichas poblaciones. Tras su puesta a disposición judicial, los dos detenidos ingresaron en prisión sin fianza.

Días antes de su detención, los agentes les sorprendieron en el momento en el que hacían entrega de una importante cantidad de cobre en la chatarrería de Murcia implicada en los hechos.

Las investigaciones continuaron en octubre de 2010 procediéndose al registro de la referida chatarrería, donde fue intervenida gran cantidad de documentación y material informático, y puestos a disposición judicial unos 10.000 kilos de material de cobre. Tras el registro fueron detenidos los dos administradores de la sociedad y dos de sus empleados.

MAYOR CENTRO DE COMPRA-VENTA ILEGAL DE COBRE

Del análisis de la documentación intervenida se dedujo que dicha chatarrería era el mayor centro de compra-venta ilegal de material de cobre de toda la Comunidad, un lugar donde acudían con asiduidad un importante número de personas de diferentes localidades de la Región, incluso de otras provincias como Alicante, Albacete o Almería, para la venta de mercancías de procedencia supuestamente ilícita, en particular material de cobre.

A su vez, este local había vendido durante 2010 alrededor de 160.000 kilos de cobre a otros establecimientos relacionados con la compra-venta de este tipo de materiales, según el material aprehendido durante el registro. Entre los proveedores de dicho material se verificó que se hallaban más de un centenar de personas con antecedentes penales por delitos contra el patrimonio.

De las investigaciones practicadas se concluyó, además, que el personal del establecimiento falseaba la documentación relativa a muchas de sus operaciones de compra de material de cobre, con el presunto objetivo de ocular su origen presuntamente ilícito y eludir, por otro lado, los controles fiscales de la Agencia Tributaria.

Las indagaciones posteriores dieron como resultado la detención o imputación del resto de personas implicadas en los hechos, las cuales, durante 2010, habían entregado en la chatarrería importantes cantidades de material de cobre de origen supuestamente ilícito. Todos los detenidos e imputados por tales hechos tenían antecedentes policiales de detención por delitos de robo de diferente índole.

La documentación intervenida en la chatarrería implicada en los hechos arrojó a la luz que uno de los presuntos autores del incendio había realizado, previamente a su detención, hasta 40 operaciones de venta de material de cobre de procedencia supuestamente ilícita en tan sólo un año.

En varias de dichas entregas de cobre en la chatarrería, el autor había conseguido el pago de cantidades superiores a los 1.000 euros, de forma que, en tan sólo un año, sus beneficios por la enajenación de cobre supuestamente robado habían sido superiores a los 18.000 euros. En algunas de sus habituales visitas a la chatarrería, el detenido había ido acompañado por el segundo de los implicados en los incendios forestales citados.

DESTINO DEL COBRE: INDIA O CHINA

El 'modus operandi' consistía en prender fuego en diferentes puntos del término municipal de Calasparra con el objetivo de atraer hasta dichos lugares a las fuerzas policiales y, con posterioridad, perpetrar los delitos de robo en lugares alejados de la zona del fuego.

Así, se ha constatado cómo algunas de las entregas de cobre en la chatarrería por parte de uno de los presuntos autores de los incendios habían tenido lugar en días inmediatamente posteriores al robo de transformadores eléctricos en Calasparra, unas fechas en las que, además, se habían producido incendios forestales en otros puntos del mismo municipio.

Los procedimientos utilizados para el robo del material de cobre habían sido igualmente múltiples, desde el corte del cableado en tramos para facilitar su transporte, hasta el desmantelamiento de transformadores eléctricos completos o el robo de maquinaria de diferente tipo para la extracción posterior de su contenido en cobre.

En ocasiones, el cable había sido desprovisto de su camisa de plástico exterior, con el objeto de incrementar su valor económico, dado que el cobre, una vez pelado, puede llegar hasta doblar el valor del cobre encamisado, y al propio tiempo, destruir las señas de identidad del cable, dificultando su posterior identificación, con lo cual se conseguía enmascarar su origen ilícito.

De hecho, durante el registro realizado en las instalaciones de la chatarrería de Murcia implicada en los hechos, la Guardia Civil descubrió un solar muy cercano repleto de fundas de plástico procedentes del pelado del cobre por parte de los presuntos autores de los robos.

El destino final del material de cobre sustraído era su venta, directa o indirecta, a fundiciones de diferentes partes del país, donde era trasladado en camiones de gran tonelaje. Una vez fundido habría sido transportado, a través de diferentes puertos, a países como China o India, donde existe una fuerte demanda de este tipo de material.