MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció hoy que el Gobierno realiza "una reflexión excepcional" sobre la repatriación de las madres que llegan en cayuco o patera a las costas españolas y en el viaje han perdido a sus hijos de corta edad. Por contra, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, afirmó hoy mismo que, aunque resulte "muy duro", las circunstancias en las que haya llegado el inmigrante "no pueden prevalecer por encima de lo que determina la Ley".
"El que una madre vaya con su hijo, con su bebé, en una patera, y el bebé muera y la madre llegue sin el bebé a nuestras costas, no puede dejarnos insensibles. Es un caso excepcional y como tal, debe ser tratado. Por tanto, la norma es la norma, y se aplica taxativamente y a todos aquellos que lleguen a España, que se les cura, pero se les repatría. Pero convendrán conmigo que una madre pierda a un hijo en una travesía no es normal, y, por tanto, es un caso que permite una reflexión excepcional y eso es lo que estamos haciendo", afirmó Rubalcaba tras visitar la nueva cárcel de Estremera (Madrid).
El ministro del Interior distinguió dos medidas fundamentales en la lucha contra la inmigración ilegal, el control de las fronteras para evitar que nadie entre de forma irregular en España y las repatriaciones. De ésta última dijo que es "una política fundamental". "A veces, como sucede en este caso, pues a la gente no le gusta, pero hay que hacerlo y ya sé que es doloroso, pero hay que hacerlo porque la repatriación es un mensaje inequívoco a las mafias. Pero admite excepciones, y si una madre llega con su bebé eso no puede dejarnos indiferentes", añadió Rubalcaba.
Por su parte, el ministro de Inmigración y Trabajo, tras participar hoy en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, señaló que "toda persona que entra ilegalmente en España debe de devolverse a su país de origen". "Las condiciones en las que han venido no pueden prevalecer por encima de lo que diga la ley. El mensaje es claro: quien entra irregularmente en España no será regularizado, aunque lo haya hecho en patera", añadió.
El titular de Inmigración subrayó que es consciente de que esta decisión es "muy dura", pero en caso de no llevarse a cabo, argumentó, se perderían más vidas: "Se produciría un efecto contrario porque entonces todo el mundo, pensando que puede regularizar su situación si viene en patera, acabaría cogiendo el neumático para lanzarse al mar, y muchos se quedarían en él".
