ALMERÍA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil continúa con las pesquisas iniciadas para dar con el paradero de Lourdes García Carreño, la joven de 34 años de la que no se tienen noticias desde que hace un año este domingo desapareciese al término de su jornada laboral en una estación de servicio ubicada en el área de la Urbanización de Roquetas de Mar (Almería).
La última actuación que trascendió de las diligencias que instruye el Juzgado número 1 de Roquetas de Mar se produjo en julio. La Guardia Civil activaba un dispositivo de búsqueda en un espacio rural del término municipal ubicado a apenas cuatro kilómetros del domicilio de la joven.
Durante cuatro jornadas de trabajo, alrededor de 30 efectivos de la Benemérita rastrearon un total de ocho hectáreas de terreno en el conocido como paraje Mohuyo que ya había sido recorridas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Se peinó, así, de forma "minuciosa" la zona para intentar hallar indicios que permitiesen determinar su paradero o conocer las circunstancias en que se produjo la desaparición.
Las hipótesis que se habían barajado desde el principio, después de que fuese encontrado a las 48 de la desaparición el vehículo en el que se desplazaba junto a la plaza de toros de Roquetas de Mar, con sus pertenencias en el interior, las llaves puestas en el contacto y los seguros de las puertas alzados, adquirían un nuevo cariz y apuntaban hacia un suceso violento.
Lourdes García desapareció el 3 de octubre de 2009 al término de su jornada laboral en una estación de servicio ubicada en el área de la Urbanización de Roquetas de Mar. Una de las cámaras de seguridad del establecimiento registró su marcha "normal" pasadas las 15,00 horas hasta que se introdujo en su vehículo, un turismo marca Peugeot, modelo 206 de color gris metalizado.
En ese momento vestía una camisa rosa con el logotipo de Cepsa y un pantalón gris con una raya roja en el lateral. Su operador de teléfono móvil no registró en los días posteriores la salida de mensajes de texto y llamadas mientras que tampoco se detectaron movimientos en sus cuentas bancarias.
Efectivos del servicio cinológico de la Guardia Civil centraban las labores de rastreo, ayudados por canes, en diferentes áreas del término municipal, si bien durante los días siguientes a la denuncia de los padres de Lourdes García se centraron en el paraje conocido como Las Salinas y en las inmediaciones de la Plaza de Toros en la que se halló estacionado el turismo de su propiedad, con las llaves en el contacto y abierto.
SECRETO SUMARIAL
A las dos semanas de que la familia, muy activa para la movilización social en favor de la búsqueda de Lourdes García durante los primeros meses, denunciase la desaparición, los agentes registraban el domicilio en el que residía su ex compañero sentimental si bien se trató de una diligencia de prueba más en la instrucción de Juzgado número 1 de Roquetas de Mar, que mantiene el secreto decretado sobre las actuaciones.
El cuñado de la joven, Pedro Pérez, quien se arrogó el papel de portavoz de la familia desde el primer día, trasladó al reactivarse en julio el dispositivo de búsqueda que su entorno estaba "ansioso y expectante" y mantenía "las esperanzas de localizarla en las mejores condiciones posibles si bien reconocía que las "esperanzas" habían ido "disminuyendo con el paso del tiempo".
Los allegados y amigos de Lourdes García, que junto a los vecinos de Gérgal, localidad de la que era natural organizaron numerosos actos tras su desaparición para pedir su vuelta, han preferido en los últimos meses no involucrarse, ni hacer búsquedas paralelas.
El entono de la joven se sumó en los primeros meses a las labores de búsqueda de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y convocaron, además, varias manifestaciones en Roquetas de Mar y la localidad natal de la joven, Gérgal, bajo el lema de 'Te esperamos'. Al tiempo se creó un blog de apoyo mientras que los allegados celebraron su cumpleaños al mes de la desaparición con un acto público en La Plaza de Las Velas de la capital almeriense.
