S.Santa.- El obispo de Santander apuesta por la "esperanza" para "superar los temores y contrariedades" de la vida

Actualizado: domingo, 12 abril 2009 14:31

SANTANDER, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, apuesta por la "esperanza" para "superar los temores y contrariedades" de la vida, en un mensaje dirigido a los fieles de la diócesis con motivo de la conmemoración de la Pascua de Resurrección.

El prelado cántabro destacó que esta cita debe ser "un tiempo de alegría", y ha propuesto para los cristianos y hombres de buena voluntad "la esperanza, la paz y el amor" como "signos para vivir", a modo de actitudes, la resurrección de Cristo.

Para el obispo, el anuncio de la resurrección "ha recorrido los siglos" y llega cada año "en la primavera, hasta cada uno de nosotros, para inundarnos de gozo y fortalecer nuestra esperanza".

"La resurrección nos convierte en testigos alegres y esperanzados de Cristo, el gran viviente", indicó Jiménez Zamora.

Además, el obispo propone cinco "signos de resurrección" para que "celebremos esta pascua", que serían la "esperanza", que "nos da fortaleza para vencer los temores, superar las contrariedades de la vida, soportar los sufrimientos y llevar la cruz".

El segundo signo es "la paz, que el mundo no puede dar"; una paz que es "posible desde Cristo Resucitado". Por ello, el obispo insta a que "la tentación de la venganza abra paso a la valentía del perdón y de la reconciliación" y que la "cultura" de la "vida haga vana la lógica de la muerte", apuntó.

El tercer signo que propone el obispo de Santander en su mensaje de Pascua es "el amor, que es perdón y gracia salvadora del Resucitado, el cual nos invita a amar; sirviendo, creando unidad y dando testimonio".

Otra actitud que ofrece en su mensaje el prelado de la Iglesia cántabra es "la alegría", porque Cristo es también "la alegría del mundo, que es resplandor de la gloria del Padre". Por último el quinto signo propuesto es el de "la luz", como símbolo que "ahuyente las tinieblas del miedo y de la tristeza", que siempre paralizan al hombre.

Jiménez Zamora resalta que la Pascua de Resurrección es un tiempo para "la alegría", porque el Señor "es el verdadero Cordero" que quitó el "pecado del mundo": "muriendo destruyó nuestra muerte" y resucitando restauró la vida". En la muerte de Cristo "nuestra muerte" ha sido "vencida" y en su resurrección "hemos resucitado todos", precisó.

Por último el prelado de la Iglesia cántabra pide a "la Virgen María, la cual en la hora del dolor tuvo encendida la lámpara de la esperanza, nos enseñe a nosotros a ser testigos esperanzados de la Resurrección de Cristo en esta hora del mundo y de la Iglesia".

En su mensaje dirigido con motivo del Domingo de Resurrección, Jiménez Zamora se despidió "deseando a mis queridos diocesanos de Santander y hombres de buena voluntad, mis mejores deseos de una feliz Pascua de Resurrección".