Tony King dice que le tendieron una trampa y vuelve a implicar a Dolores Vázquez en su última palabra

Actualizado: martes, 12 diciembre 2006 0:46


MÁLAGA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

El británico Tony Alexander King aseguró hoy en su derecho a la última palabra que le tendieron "una trampa" en el caso de la muerte de la joven de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof, y que fue un "cabeza de turco". Además, volvió a hablar de la implicación de Dolores Vázquez, que ya fue exculpada del caso, al preguntarle la madre de la víctima quién mató a su hija. El juicio quedó hoy visto para veredicto y posterior sentencia.

El magistrado-presidente del Tribunal del Jurado, José María Muñoz Caparrós, expulsó de la sala esta tarde a la madre de la joven, Alicia Hornos, después de que ésta le preguntara al único acusado, en el momento en el que hacía uso de la última palabra, quién había matado a su hija. A esto, King contestó que "Dolores Vázquez" y añadió: "Ella pagó un día".

Hornos siguió preguntando al británico "cuánto te pagó, 150.000?", a lo que el acusado no pudo responder puesto que el magistrado ordenó la expulsión de la madre de la víctima, quien expresó al presidente del Tribunal su necesidad de saber "quién mató a mi hija, porque es mi hija, sabe usted, y tengo derecho a saberlo", le recriminó.

Anteriormente, King había hecho durante una media hora un relato de lo ocurrido, en el que dijo a los jurados que estos hechos fueron cometidos por "expertos profesionales que no dejaron marcas". Además, intentó explicar la ausencia de huellas de pisadas y aseguró que su confesión fue "de una persona que tenía que confesar porque pensaba que me mataban". También reiteró que el magistrado --que lo condenó por el crimen de Sonia Carabantes-- y los jurados están "contaminados".

Su defensa, dirigida por el letrado Javier Saavedra, admitió que el británico fue "cómplice", que estuvo en el lugar de los hechos, pero que "no fue el autor material", por lo que pidió un veredicto de no culpabilidad en ese sentido. Apeló a que los jurados se revelen "contra las verdades oficiales" y consideró "mucho más grave que se pueda condenar a alguien con dudas, porque en ese momento el ataque no es contra una persona en concreto sino contra la sociedad".

El abogado aseguró que "hay pruebas que excluyen a King de ser el autor material del crimen", al recordar que no hay ni huellas de él en ninguno de los escenarios, "y sí de otras personas"; ni fibras coincidentes con King en las uñas de la víctima. Así, insistió en los indicios utilizados en el anterior juicio, como la pegatina de las búsquedas, el pañuelo con sangre que "alguien conocido ofreció", el lugar relacionado con el entorno de la familia o el tipo de puñaladas, para defender a su cliente.

Restó importancia a los restos biológicos pertenecientes a King, como la colilla Royal Crown con su saliva hallada donde murió Rocío, porque "siempre ha dicho que estuvo allí"; y el ADN pegado a un pelo, localizado donde apareció el cadáver. En este punto, advirtió que "todos los miembros del jurado de la primera fila pueden tener restos orgánicos de los jurados de la fila de atrás". Asimismo, insistió en las "contradicciones" entre la confesión del británico, que dijo que quemó el cadáver y que lo depositó vestido, y el sumario.

Saavedra pidió a los jurados que vean en el vídeo de las sesiones el momento en el que "la madre de Rocío se dirige a King y le dice, espontáneamente, sin limitaciones, como es ella, yo sé que tú no has sido" y criticó que no se hubieran tomado las medidas necesarias para que el amigo de King, Robert Graham, declarara en el juicio, por lo que instó a los jurados a que antes del veredicto pidan escuchar a éste, que está en busca y captura por un delito contra el tráfico.

Además, aseguró que en este procedimiento "no hemos sido esclavos de la ley" e incidió en las distintas interpretaciones de la justicia que, según dijo, a veces "está tan vendada que no se ha dado cuenta de que en Marbella se hacían rascacielos en los jardines".

FISCAL Y ACUSACIÓN PARTICULAR

Por su parte, esta mañana, el fiscal del caso pidió a los jurados que declaren a King culpable de los delitos de asesinato y de tentativa de agresión sexual, agravados por la circunstancia de que la joven no pudo defenderse y de que el lugar donde se cometieron los hechos estaba oscuro y solitario, además de que usó un arma blanca.

Aseguró que existen pruebas directas de "gran contundencia y suficientes" contra el británico y apuntó que hablar de otras personas supone hacer "conjeturas y suposiciones". Pidió, asimismo, que no crean ni a él ni a los abogados "por lo que digan", sino que lo declaren culpable "por los datos objetivos", como la existencia de ADN del acusado, tanto en el lugar donde murió Rocío como donde apareció el cuerpo, así como por las declaraciones de éste ante la Guardia Civil y el juez, en las que se confesó autor en solitario.

Indicó que hay datos relevantes ofrecidos por King en estas confesiones que fueron comprobados por la investigación y reiteró que la finalidad del ataque a la joven no fue otra que "cumplir sus deseos sexuales", lo que, según dijo, encaja con sus antecedentes en el Reino Unido. Además, insistió en que aparte de confesar, llevó a los agentes a determinados lugares del crimen y escenarios de otras agresiones sexuales.

"Por qué se iba a inculpar de estas muertes --incluida la de la joven de Coín Sonia Carabantes-- y de otros delitos, algunos ni siquiera denunciados", se preguntó el fiscal, quien aseguró que el británico mintió en el resto de las declaraciones. Recordó los testimonios de los peritos sobre las investigaciones realizadas acerca de Dolores Vázquez y Robert Graham y de su posible relación con King, indagaciones que resultaron negativas.

En lo que respecta a la acusación particular, que representa a la familia de la joven asesinada, pidió un veredicto de culpabilidad para King, pero insistió en que el juicio no se puede cerrar con una sola persona porque hubo la participación de terceras personas. "Rocío fue sentenciada a muerte por unos asesinos que tienen que pagar", concluyó su alegato final el abogado Marcos García Montes.

García Montes situó como autor o coautor de los hechos a King, del que recordó sus antecedentes y negó que sea un enfermo, aunque lo calificó de "malo" y "frío". Pero, además, expuso los argumentos que le llevan a entender que otras personas participaron junto al británico en el crimen, como por ejemplo, los restos de sangres perpendiculares hallados en el lugar de la agresión y la falta de huellas de arrastre del cuerpo donde éste fue encontrado, aspectos que, a su entender, suponen que la transportaron entre varias personas en ambos casos.

"Yo no pongo nombres ni apellidos", dijo el letrado, quien, no obstante, apuntó que hay "21 indicios que llevaron a otra persona a la cárcel", en referencia a Dolores Vázquez. También se refirió a Graham, del que dijo "ha huido, ocultando a las personas que participaron con él". Para el abogado, sus planteamientos sobre la participación de más personas no son ni conjeturas ni suposiciones, sino "indicios" por los que, según añadió, "se puede condenar".

Además, dijo que el fiscal "ha negado cosas" en su alegato que se han visto a lo largo de las sesiones. Así, reiteró que las puñaladas en la espalda denotan "venganza y rabia", según un testigo de la Guardia Civil; y que alguien de las búsquedas estuvo en el lugar donde se halló el cuerpo, por la pegatina encontrada.

La madre de la joven, Alicia Hornos, a la salida de la sesión, pidió "justicia" y apuntó a los periodistas que "este señor --en referencia a King-- es una bestia y es tan culpable como los otros, pero quiero a todos en la cárcel". Aseguró sentirse "muy decepcionada como persona y como madre" por la Fiscalía.