Toros.- Ocho votos de diferencia abren la puerta a prohibir las corridas en Cataluña

Actualizado: viernes, 18 diciembre 2009 13:24

BARCELONA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Ocho votos de diferencia abrieron hoy la puerta a prohibir los toros en Cataluña, en un Parlament muy dividido entre defensores y detractores de la fiesta nacional. En una votación secreta, y con libertad de voto de los dos partidos mayoritarios --CiU y PSC--, 59 diputados se mostraron a favor de rechazar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pide prohibir las corridas de toros --avalada por 180.000 firmas de catalanes-- y 67 en contra.

Cinco diputados se abstuvieron y cuatro más no votaron, sobre un total de 135 escaños. La votación electrónica y secreta impidió conocer el voto de cada diputado, si bien ERC e ICV-EUiA se habían manifestado a favor de que la cámara debatiera la abolición, PP y Grupo Mixto defendieron lo contrario, y CiU y PSC dieron a sus parlamentarios libertad de voto.

PSC-CpC, PP y C's presentaron enmiendas a la totalidad sobre la ILP, apoyada por 180.000 firmas, para de que el Parlament no aceptara debatir la abolición. A pesar de ello, se cumplieron los pronósticos y la cámara apostó por generar un debate durante los próximos meses, que implicará la participación de experto de uno y otro signo antes de que se legisle sobre la materia, si bien la diferencia final del voto fue menor de la prevista.

Las posiciones favorables a las corridas estuvieron secundadas sobre todo por la idea de la "libertad" de los ciudadanos para elegir si quieren asistir a las corridas, bajo la premisa de que prohibirlas no sería justo. Los abolicionistas, en contra, se centraron en criticar la "tortura" y sufrimiento de un animal y el espectáculo "cruel" que le rodea.

A FAVOR Y EN CONTRA

Josep Rull (CiU) reflejó en su exposición la divergencia de opiniones en su grupo al afirmar que no pueden "imponer" una única visión en los parlamentarios, si bien marcó una diferencia clara entre los espectáculos taurinos que suponen la muerte del animal y los que no, como los tradicionales 'correbous' de Tarragona, festejos que CiU apoya.

Rull, al igual que el resto de parlamentarios, se hizo eco del tono sereno que ha acompañado a este debate desde la presentación de la ILP, y dijo sentirse orgulloso de pertenecer a un páis donde se puede provocar un debate de estas características, como demostración de un comportamiento "radicalmente democrático".

David Pérez (PSC), pese a recordar que su grupo tenía libertad de voto, hizo una defensa cerrada de los festejos taurinos, como medida para defender también la enmienda socialista. Entre sus argumentos, opinó que con la actual económica no será útil discutir cuatro meses sobre si prohíbe la tauromaquia, porque al fin y al cabo la "mayoría" de la sociedad está de acuerdo con "que vaya quien quiera", dijo.

Admitió que los taurinos son "minoría" hoy, pero dijo no tener claro que se deba prohibir lo que no gusta, porque una sociedad avanzada también protege a las minorías. Consideró que si se prohíbe la corrida también habría que planteárselo con los mataderos. Pérez apostó por que la decisión, en cualquier caso, será "difícil y complicada".

Rafel Luna (PP) señaló que el debate es "apasionante", pero se refirió a lo arraigado de la tradición en Cataluña, recordando que la primera referencia a este tipo de actos data de 1387, y que Barcelona llegó a tener tres cosos. Defendió que el toro de lidia vive muy bien en el campo, y que gracias al toreo dicha especie ha mantenido un buen estado de conservación, así como medio millón de hectáreas de dehesas del Mediterráneo. El popular consideró que deben ser los aficionados quienes dejen de ir a los ruedos cuando quieran, y pidió no equiparar derechos animales a individuales.

Entre los defensores de la prohibición, Joan Puigcercós recordó que ERC ya impulsó la declaración en 2004 de Barcelona como ciudad antitaurina, porque el toreo "no es una tradición éticamente avanzada". Además, defendió que el toro es capaz de "sentir y sufrir".

Francesc Pané (ICV-EUiA) secundó "acabar con el espectáculo público de un martirio", porque el toreo es innoble al negar la igualdad de condiciones entre res y torero. Señaló que la prohibición no ataca la libertad de nadie, porque ya hay prohibiciones sobre velocidad de los automóviles, pena de muerte y alcohol para menores, entre otras.

El líder de C's, Albert Rivera, opinó que la prohibición es una "hipocresía política", porque solo se ocupa de las corridas y no de otros espectáculos taurinos de Tarragona, ya que los partidos no quieren perder votos. Añadió que a la mayoría de catalanes no le gustan los toros, pero eso no es razón por sí sola para prohibirlos.