BARCELONA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unos 350.000 vehículos regresaron este fin de semana al área metropolitana de Barcelona en la primera fase de la operación retorno de verano, que se inició el viernes por la tarde y que concluirá hoy a la medianoche, según avanzó a Europa Press el responsable de gestión del tráfico del Servei Català de Trànsit (SCT), Jan Penya.
Hasta hoy por la mañana se habían desplazado por las carreteras catalanas unos 150.000 vehículos y según previsiones del SCT, si todo sigue como en las primeras horas de esta tarde, regresarán hasta el final del día unos 200.000 más.
Según explicó Penya, no hubo durante el fin de semana demasiada congestión, más allá de la habitual en un fin de semana de agosto. Según él, la operación retorno se está produciendo de forma escalonada: "A partir de la festividad de la Asunción", puntualizó Penya, "entran más vehículos al área metropolitana de los que salen".
Durante el fin de semana los problemas más serios se registraron en la carretera C-35 entre Llagostera y Vidreres, donde hubo en algunos momentos de ayer circulación lenta en 10 kilómetros. La carretera N-340 sufrió retenciones puntuales sobre todo el pasado viernes por la tarde.
Por su parte, la autopista AP-7 registró intensidad circulatoria en la Jonquera, en dirección Francia y ayer hubo retenciones de 10 kilómetros en la zona de los peajes de Tarragona. En algún momento se llegó a los 20 kilómetros de circulación con paradas en este punto, aunque el tiempo de demora no superó los 15 minutos.
El SCT prevé que la segunda fase de la operación retorno sea mucho más intensa, puesto que estiman que 450.000 vehículos regresarán a Barcelona entre el viernes 31 de agosto y el domingo 2 de septiembre. Sin embargo, la operación retorno, según Penya, será de "intensidad moderada" debido a los retornos parciales que se han ido produciendo.
En definitiva, el SCT apuntó que durante la operación retorno no se prevé que haya un colapso como el que vivió la autopista AP-7 en Tarragona. No obstante, Penya aseveró que la Generalitat pedirá que se apliquen medidas extraordinarias como el levantamiento intermitente de los peajes en el caso que se produjeran colas tan largas como las del pasado 4 de agosto.
