Turquía se prepara para recibir al Papa entre la indiferencia y la hostilidad

Actualizado: sábado, 25 noviembre 2006 20:28

Su oposición a la entrada del país en la UE y su polémico discurso en Ratisbona siguen levantando ampollas

ESTAMBUL (TURQUIA), 25 Nov. (por Ildefonso González, EUROPA PRESS) -

Turquía se prepara para recibir la próxima semana al Papa entre la indiferencia de su Gobierno y la hostilidad de un pueblo que recuerda su oposición a la entrada de Ankara en la Unión Europea (UE) o sus polémicas declaraciones el pasado septiembre en las que identificaba indirectamente el Islam con la violencia.

El Gobierno turco ha dejado ver que Benedicto XVI no es precisamente bienvenido en este país de mayoría musulmana. Así, a la espera de que se confirme que el primer ministro, Recep Tayiip Erdogan, recibirá al Pontífice en el aeropuerto de Ankara, Su Santidad sólo se entrevistará con el presidente de la República, Ahmet Necdet Sezer; con el viceprimer ministro, Mehmet Ali Sahin y con el máximo responsable turco de Asuntos Religiosos, Ali Bardakoglu.

Erdogan y su ministro de Asuntos Exteriores, Abdulá Gul, se han pasado las últimas semanas asegurando que no se podrán encontrar con el Papa porque ambos asistirán a la cumbre de la OTAN que se celebrará en Riga (Letonia) los días 28 y 29 de noviembre, justo cuando comienza el viaje oficial del Pontífice.

Erdogan lo dejó claro hace poco en una rueda de prensa en Estambul junto al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero: "Yo no puedo cancelar mi asistencia a la cumbre. No podemos darnos el lujo de no ir. El mundo sigue y tenemos nuestras responsabilidades. Que nadie encuentre un mal pensamiento en ello".

Sin embargo, Benedicto XVI permanecerá en Estambul hasta el viernes 30. Sometidos a la presión y conscientes de que aún habría dos días para fijar una cita con el Pontífice, Erdogan y Gul movieron ficha. El primero convocó una reunión del Consejo Supremo de Defensa para ese mismo día en Ankara a la que tampoco podía faltar.

Mientras, el segundo invitó a Su Santidad a cenar con él. La respuesta del Vaticano al ofrecimiento del jefe de la Diplomacia turca fue hasta provocativa. La comida es un placer mundano; el Papa asiste a una cena oficial", se excusó la Santa Sede, según fuentes diplomáticas.

Finalmente, el primer ministro señaló ayer, en una entrevista a la cadena de televisión nacional TGRT, que había una posibilidad de un encuentro bilateral en el aeropuerto internacional de Esenboga si sus respectivos horarios de llegada y salida coincidían.

Tampoco estarán junto al Papa en su primera visita a Turquía, el ministro de Asuntos Religiosos, Mehmet Aydin, cuyo nombre suena en muchos círculos para ocupar la Presidencia, y el alcalde de Estambul, Kadir Topbas, que estará en Bruselas justo los tres días que Benedicto XVI pasará en su ciudad.

"ENFERMEDAD INFECCIOSA" DEL PAPA

La prensa turca no ha entendido muy bien esta desbandada de altos cargos y se pregunta si el Papa tiene alguna "enfermedad infecciosa". Hoy, un columnista del diario 'Huriyet' aseguraba que, desde los atentados del 11-S, la Administración del Partido Justicia y Desarrollo (AKP, en el Gobierno) con Erdogan al frente, se ha presentado como el representante del "diálogo entre civilizaciones". De hecho, Turquía ha sido junto a España el patrocinador de la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, cuyo Grupo de Alto Nivel (GAN) presentó sus recomendaciones el pasado 13 de noviembre. Por ello, no puede concebir cómo ahora huye del Papa, sobre todo cuando la visita estaba planeada desde hace varios meses.

Seguramente, nadie puede olvidar que cuando Benedicto XVI era aún el cardenal Ratzinger, se mostró abiertamente contrario a que Turquía ingresara en la UE. En su opinión, se trataría de un hecho "antihistórico" y abogó porque el país haga de puente entre Europa y el mundo árabe o forme su "continente cultural" junto a él.

Asimismo, todavía resuena el discurso que dio en su viaje a Alemania y que levantó unas críticas muy duras en todo el mundo musulmán. El Papa se excusó en varias ocasiones, alegando que había sido malinterpretado y que sólo buscaba un mayor diálogo entre religiones.

Sin embargo, el propio Bardakoglu estimó que sus palabras mostraban "una visión parcial y llena de prejuicios" del Islam y reflejaban "el odio" que el Papa lleva en su corazón. En sus últimas entrevistas, el gran muftí dejó claro que su viaje a Turquía no va a "sanar" las heridas, pero también se mostró conciliador y prometió que no sacará el tema cuando se reúna con el Pontífice.

ANIMOS ENCENDIDOS EN LA CALLE

Mientras, los ánimos están encendidos entre la población turca. Un centenar de fanáticos ocupó esta semana el Museo de Santa Sofía para exigir que Benedicto XVI no entre en ella y, mañana domingo, un partido islamista turco ha convocado una macromanifestación en Estambul para trasladarle al Papa que Turquía no le quiere.

Un reciente sondeo ha revelado que sólo el 10% de la población turca apoya la visita, mientras que un 38% se muestra decididamente contrario, un 38% indiferente y un 14% prefiere no expresar su opinión.