Vaticano.- El Papa Benedicto XVI prepara una misa en Viena para conmemorar la fundación de la capilla de Mariazell

Actualizado: domingo, 9 septiembre 2007 12:45

VIENA, 9 Sep. (EP/AP) -

Miles de fieles se concentraron en una plaza del centro de Viena el domingo, mientras el papa Benedicto XVI se prepara para terminar su visita de tres días a Austria con una misa y una visita a la capital, para conmemorar el 850 aniversario de la fundación de la capilla de Mariazell.

La constante lluvia que ha empapado a miles de peregrinos y acompañantes del Papa desde su llegada el viernes forzó a los creyentes a concentrarse bajo paraguas mientras se reunían ante la Catedral de San Esteban, en Viena, en espera de ver al Pontífice, nacido en Alemania.

La multitud estalló en vítores cuando el Papa recorrió la plaza, saludando a niños vestidos con túnicas, que ondeaban listones amarillos "Es alguien que sabe identificarse con nosotros", dijo Julia Klein, una de los asistentes.

Tras presidir una misa en la catedral y leer, como cada semana, el Ángelus en la plaza, Benedicto recorrerá la abadía de Heiligenkreuz, en las afueras de Viena.

La abadía tiene una especial importancia para el Vaticano, al haber sido elegida como la sede de un encuentro, aún no concretado, entre el fallecido papa Juan Pablo II y el patriarca ortodoxo Alexy II, antes de que los obispos ortodoxos rechazaron realizar lo que hubiera sido una reunión histórica.

El Vaticano buscaba lazos más cercanos con la iglesia ortodoxa, la cual acusa a la católica de buscar fieles en tierras ortodoxas. El domingo, el Papa pidió a los creyentes apoyarse en su fe.

"Necesitamos una relación que nos alimente, que nos de dirección y contenido en nuestras vidas", dijo.

En su homilía, el Papa también pidió a los fieles dedicar los domingos a las enseñanzas de Cristo y "crear oasis de amor sin egoísmo, en un mundo donde muchas veces solamente el poder parece tener importancia".

El sábado, el Papa en un intento por acercarse a una generación desilusionada con el catolicismo, le pidió a los fieles que consideraran el mensaje de Cristo como una guía moral, mientras celebraba una misa al aire libre para más de 30.000 peregrinos, bajo la fuerte lluvia.

La cristiandad "contiene dentro de sí misma una gran fuerza moral, que es necesitada ahora con mucha urgencia ante los retos de nuestra épica", dijo Benedicto el sábado en Mariazell, una famosa capilla a la virgen María, en el aniversario número 850 de su fundación.

El jesuita Federico Lombardi, director de prensa del Vaticano, dijo que una copia de la estatua de la Madonna de Mariazell que fue tocada por el Papa fue enviada al obispo de Shanghai, en un gesto de Benedicto hacia los católicos chinos.

Los medios austriacos informaron que dos peregrinos edad avanzada, hombres de 83 y 80 años, fallecieron a consecuencia de paros cardíacos el sábado y el Papa dijo que estaba orando por ellos.