ROMA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El cardenal prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Leonardo Sandri, junto con los Superiores y Oficiales de la misma, siguen con profunda preocupación el agravamiento de la "ya frágil situación en Irak".
En un comunicado de este dicasterio se informa de que en el cardenal Sandri expresa su especial cercanía a Su Beatitud Luis Sako, patriarca de Babilonia de los Caldeos, que en varias ocasiones tras su elección ha sostenido el diálogo y la reconciliación nacional. Una cercanía que el prefecto extiende también a los arzobispos caldeo y siro-católico de Mosul, monseñor Nona y monseñor Moshe.
"En la tierra de Abraham, que se puso en camino siguiendo la promesa de Dios, se asiste al enésimo éxodo de cientos de miles de hombres, mujeres y niños, que ven como queda anulada para ellos también la promesa de la estabilidad y de la vida", señala.
Además, el purpurado ha manifestado telefónicamente al arzobispo Nona la proximidad de toda la Congregación de las Iglesias Orientales y de la Santa Sede y su disponibilidad para lo que necesiten. Por su parte, el arzobispo ha respondido que las iglesias y las escuelas y los lugares católicos están abiertos a todos los refugiados, en un espíritu de cooperación entre los seguidores de las distintas religiones.
Finalmente, la Congregación espera que la oración profética por la paz que el domingo de Pentecostés reunió en torno al Santo Padre y el Patriarca Bartolomé en el Vaticano, a los líderes de dos pueblos en conflicto "pueda abrir un horizonte de paz segura en Irak, en Siria y en todo Oriente Medio".
