Vecinos de la Cañada Real piden a Gallardón comprar los terrenos puesto que pagan IBI y declaran sus viviendas

Actualizado: viernes, 19 octubre 2007 23:16

Aseguran que "un niño se fracturó un brazo, otro perdió un ojo y una mujer sufrió un aborto" en los incidentes de ayer

MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los vecinos del sector V de la Cañada Real pidieron hoy al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y al resto de los municipios afectados poder comprar legalmente los terrenos sobre los que se asientan sus viviendas, puesto que desde hace décadas pagan el IBI al Ayuntamiento, declaran las propiedades a Hacienda y reciben servicios propios de una urbanización tales como recogida de basuras, correo y teléfono.

El portavoz de la Asociación Cañada Real Galiana, Miguel Martín Nombela, subrayó que no se trata de una zona de chabolas aunque no disponen de agua y luz, ni son infraviviendas que deban ser derribadas. Así, criticó la actitud del alcalde de Rivas-Vaciamadrid, quien, según afirmó, no les permite la llegada de los servicios de agua y luz hasta sus casas, lo que les impide normalizar aún más su situación.

La presidenta de la Asociación Cañada Real Galiana de Valdemingómez, Elena Martín, mantuvo que "la única solución viable al problema es pagar por los terrenos para conseguir la escritura de propiedad, al igual que se ha hecho en otras zonas, como Coslada".

Asimismo, estos colectivos aseguraron que en las reuniones mantenidas en el pasado con diferentes representantes de las administraciones responsables de la Cañada Real desde 1998, se puso de manifiesto la inviabilidad de las demoliciones como arreglo al problema. "Siempre se nos han abierto las puertas a una solución negociada dentro de la legalidad vigente, pero al final todo se ha quedado en palabras", declaró Nombela.

El portavoz recalcó que su verdadera intención, independientemente de los sucesos violentos producidos ayer, es solicitar a Gallardón que se les permita formar parte de una mesa de trabajo que busque soluciones al problema existente.

"LA FUERZA NO ES LA SOLUCIÓN"

Así hicieron un llamamiento a la negociación, al tiempo dejaron clara su posición contra el uso de la violencia, a raíz de los hechos acaecidos ayer. "El empleo de la fuerza, por ninguna de las partes, es la solución", dijo Nombela.

Los vecinos de la Cañada se sumaron también a esta denuncia, después de que ayer la Policía Local y Municipal entrara en la zona y desalojara algunas casas, para que se después se hiciera efectivo el derribo de una vivienda ordenado por el Ayuntamiento. "En ningún caso las soluciones pueden pasar por derribos, pedradas e incidentes que al final es muy posible que todos tengamos que lamentar", se quejó Nombela.

En este sentido, subrayó también la existencia de heridos tras los altercados de ayer: "Un niño se fracturó un brazo, otro perdió un ojo y una mujer sufrió un aborto", aseguró. Respecto a esta última, ninguno de los portavoces pudo especificar el nombre de la joven, aunque indicaron que dado que los disturbios se produjeron con población musulmana y en ocasión 'sin papeles', es probable que la muchacha quiera quedar en el anonimato.

Fuentes de Emergencias Madrid confirmaron que, durante la rebelión, atendieron a una joven embarazada de tres meses por contusiones, que fue trasladada al Hospital Gregorio Marañón. Sin embargo, en declaraciones a Europa Press, dichas fuentes no pudieron confirmar la evolución de la paciente en horas posteriores y subrayaron que la mujer no tenía perdidas de sangre en esos momentos. Desde el centro médico, tampoco tienen registrado ningún caso que responda a estos datos, puesto que registraron seis ingresos venidos de la Cañada, pero todos eran varones.

El caso del joven Ahmid Ouledzian también es confuso. Según Soledad López Rey, una vecina de la zona, Ouledzian, de 17 años, se encontraba en su casa bebiendo un vaso de agua, con algunos chicos más, cuando "entró la policía, disparando, y le dio en el ojo. Se lo reventó". "El chico no estaba haciendo nada, estaba en mi casa, y luego le acusaron de haber participado en los altercados", relató.

El hermano de Ahmid, Noureddin Ouledzian, declaró a Europa Press que durante el día de ayer la Policía no les permitió visitar a Ahmid en el Hospital del Gregorio Marañón aunque hoy ya han podido verle, y "está mal". Sobre cómo se habían producido los incidentes, Noureddina afirmó que su hermano estaba en casa de Soledad, y que después de que le dispararan, la Policía no les dejó llamar al Samur para que le atendieran. Según relató, varios agentes afirmaron después que él mismo se había disparado en el ojo y que "ellos no habían sido".