De la Vega dice que el Estado debe reivindicar su autonomía frente a cualquier religión o iglesia

Actualizado: martes, 22 enero 2008 19:53

Afirma que "la estrategia de crispación" del PP provoca el cansancio y la desafección hacia la política

BILBAO, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó hoy que el Estado debe "reivindicar su autonomía frente a cualquier religión o iglesia y exigir la no confusión entre ambas esferas". "Hacerlo así es fundamental para organizar la convivencia en una sociedad plural y diversa", afirmó.

En una conferencia ofrecida esta tarde en Bilbao, bajo el título "Vida buena y ciudadanía plena: Una reivindicación de la política", la vicepresidenta manifestó que potenciar el uso público de la razón "significa revitalizar nuestras instituciones democráticas y preservar la autonomía de la esfera pública respecto de otros ámbitos de acción social".

En este sentido, apuntó que "el legado ilustrado que vertebra la modernidad debe ponernos alerta frente a las apelaciones a concepciones religiosas, morales o visiones del mundo que, siendo ajenas a la razón, pretendan justificar acciones públicas que nos afecten a todos". "El pluralismo que propugna nuestra Constitución como valor superior exige la exclusión de este tipo de pretendidos argumentos", añadió.

Por ello, indicó que el Estado debe ser neutral frente a la diversidad de creencias personales "acerca de lo bueno y no puede promover una en perjuicio de las demás".

"ESTRATEGIA DE CRISPACION"

Por otra parte, en su alocución, De la Vega denunció que "la estrategia de crispación", que achacó al PP en sus cuatro años en la oposición, "no sólo genera un clima político incompatible con el carácter deliberativo de la democracia, sino que tiene como efecto promover lo que Marcel Gauchet denomina la 'fatiga civil', el cansancio y la desafección hacia la política". "Esa es una consecuencia especialmente grave", destacó.

La vicepresidenta denunció la "estrategia política" del PP del "permanente enfrentamiento frontal" lo que, en su opinión, "es profundamente irresponsable para con el interés general, porque son las instituciones democráticas, el prestigio de la política y, a la postre, los ciudadanos, los que salen perdiendo".

Según criticó, la palabra deja de ser un instrumento de persuasión para convertirse en "arma de destrucción" del adversario, y con ello se alienta desde la política "justo aquello que la política nació para descartar".

Lo más "lamentable", en su opinión, es que "en un impúdico ejercicio de exhibicionismo, quienes han estado durante estos cuatro años imposibilitando cualquier intento de entendimiento y de unidad de las fuerzas políticas, pretendan ahora erigirse en valedores y adalides de unos consensos que ellos se han encargado sistemáticamente de dinamitar".

DIALOGO

Frente a esto, defendió el diálogo que "enriquece el debate político, genera nuevas alternativas, permitiendo incluso dar con nuevas soluciones no contempladas de antemano, promueve el consenso y el compromiso, al facilitar la aproximación de posiciones". "El diálogo, en fin, produce resultados más justos porque a través de él triunfan los argumentos más sólidos y conduce a mejores soluciones", aseveró.

La también portavoz del Gobierno destacó que, a lo largo de la presente legislatura, el Ejecutivo Zapatero "ha sido fiel a esos principios de una democracia deliberativa", y añadió que la participación política "es el motor del progreso social y el principal instrumento de transformación social en una dirección de mayor igualdad, libertad y justicia".

"Una democracia participativa hace que los ciudadanos sean más fuertes, más capaces, más seguros y más emprendedores. Por eso, uno de los ejes de esta legislatura ha sido promover una democracia de calidad, más próxima, con mayor transparencia, capaz de generar más confianza en los ciudadanos", resaltó.