Accidente Barajas.- El abogado de las víctimas del Binter aconseja que no se pongan en manos de las aseguradoras

Actualizado: jueves, 28 agosto 2008 16:09

MÁLAGA, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

El abogado de las víctimas del accidente ocurrido en Málaga el 29 de agosto de 2001, Manuel Temboury, cuando el avión de la compañía Binter Mediterráneo SA, que unía Málaga con Melilla, se estrelló justo antes de tomar pista de aterrizaje de emergencia sobre la carretera Nacional 340 de Málaga, aconsejó a los familiares de las víctimas y heridos en el accidente de Barajas que no se pongan en manos de las aseguradoras, "ya que son, en este momento, su primer enemigo".

El letrado afirmó a Europa Press que en Málaga, sólo en su despacho, "obtuvimos sentencias que multiplicaban por 100 las ofrecidas inicialmente por la compañía aérea y conseguimos que la Audiencia compatibilizara las indemnizaciones de la Ley de Navegación Aérea y la de la Ley de Contratos de Seguros".

El vuelo, modelo CN-235, dejó en su siniestro aterrizaje, del que mañana se cumplen siete años, la muerte de cuatro personas, entre ellos el comandante, así como 21 heridos del total de pasajeros que transportaba.

En este caso la caja negra del avión "fue la prueba más importante para conocer que en dicho siniestro existió un grave error humano", a pesar de la nota de prensa que publicaron los profesionales del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) en la que anunciaron que "nunca se harían públicos los contenidos de la caja negra del avión".

En este sentido, en la cinta se apreció correctamente al comandante del vuelo de Binter recriminar al copiloto frases que acreditaron el fallo de éste último a la hora de efectuar el procedimiento de emergencia, "lo que sirvió a los órganos judiciales para determinar el origen del accidente y así triplicar las sumas indemnizadoras", señaló.

Por otro lado, Temboury también se refirió a la promesa realizada por la Comisión de Investigación de Accidentes, perteneciente al Ministerio de Fomento, para dar a conocer cual fue la causa exacta del siniestro a través de un informe a finalizar en seis meses, que finalmente "tardó tres años y en el que no se estableció responsabilidad alguna, limitándose a realizar recomendaciones para evitar futuros desastres".

Asimismo, destacó sobremanera las secuelas psicológicas que generan estas catástrofes, ya que, siete años más tarde, "mis clientes me comentan como siguen teniendo terrores nocturnos, rememorando el instante en que, a través de la ventanilla del vuelo, pudieron observar como el motor izquierdo se apagaba y salía abundante gasolina o como no han vuelto a coger este medio de transporte y tienen miedo incluso de subir en sus coches".