Un centenar de amigos de Palomino se concentra a las puertas de la Audiencia de Madrid al grito de "¡Josue, asesino!"

Actualizado: lunes, 14 septiembre 2009 12:22


MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un centener de amigos y compañeros de Carlos Palomino se concentraron esta mañana a las puertas de la Audiencia Provincial de Madrid para reclamar una condena contra su asesino que se sentará hoy en el banquillo de los acusados.

Rodeados por un amplio dispositivo policial, los amigos del joven asesinado lanzaban insignias de tipo "Carlos, hermano, nosotros no olvidamos". La cabecera de la concentración exhibía un cartel en el que se leía: "Vuestro asesinato no quedará impune". Otra pancarta rezaba "¡Josue, asesino!".

Mavi, la madre del joven asesinado, se acercó a la Audiencia "con ganas de que se celebre ya la vista oral". "Espero ser civilizada, transmitirle algo con mi mirada. Quiero verle", aseveró. "Confío en la justicia. Es mi fe, ante ella me mantengo, quiero una sentencia ejemplar".

La Audiencia Provincial de Madrid comenzó hoy el juicio por el asesinato de Carlos Palomino, el menor antifascista que murió el 11 de noviembre de 2007 a consecuencia de una puñalada mortal que le asestó supuestamente un militar de ideología fascista en el Metro de Legazpi.

La Sección Primera será la encargada de juzgar a Josué E. de la H., quien se enfrenta a una petición fiscal de 29 años de cárcel. La Fiscalía solicita 17 años de prisión por un delito de asesinato y otros 12 por tentativa de homicidio contra Alejandro, el amigo de Carlos que intentó quitar el arma al asesino y que recibió una puñalada de la que se recuperó a los tres meses.

El día de su muerte, el joven fallecido iba a reventar con otros simpatizantes de la ideología antifascista una manifestación convocada por las Juventudes de Democracia Nacional, de extrema derecha.

Movimiento contra la Intolerancia y las Asociaciones de Vecinos de Vallecas pedirán calificar los hechos como asesinato con la agravante del artículo 22.4 del Código Penal por actuar con motivación ideológica.

El abogado de la familia de Palomino solicita para Josue 37 años de prisión, 20 por el delito de asesinato, cuatro por un delito de amenazas, tres por tenencia ilícita de armas y diez por una tentativa de homicidio. Además, reclama la responsabilidad subsidiaria del Ministerio de Defensa porque el arma del crimen era una navaja de maniobras del Ejército español.

ENFRENTAMIENTO ENTRE GRUPOS

En el escrito de acusación, el fiscal relata que sobre las 12.00 horas del 11 de noviembre de 2007, el procesado se encontraba en un convoy del metro de la Línea 3 para asistir a una concentración organizada por Juventudes de Democracia Nacional de Usera, de ideología fascista, con el visto bueno de la Delegación de Madrid.

Al llegar a la plaza de Legazpi de la capital, observó que en el andén había un grupo de jóvenes con estética antifascista, a sabiendas de que se había convocado una contramanifestacion para reventar la de Democracia Nacional. Provisto de una navaja, que ocultó en la cara posterior del antebrazo, de dirigió hacia una de las puertas del vagón al que se disponían a entrar los chavales.

Entre los chicos estaba la víctima quien le realizó unos comentarios que se desconocen, a los que el procesado respondió clavándole la navaja que portaba.

El arma le penetró siete centímetros, alcanzándole el ventrículo izquierdo, lo que provocó que el joven cayera al suelo y falleciera prácticamente en el momento. Tras ello, Josué E. de la H. amedrentó a los acompañantes del menor con el arma, dando otro navajazo a uno de sus amigos que le ocasionó una herida incisa superficial en un dedo de la mano derecha. Otro de los jóvenes trató de arrebatarle la navaja, recibiendo una puñalada en el hemotórax izquierdo.

Como consecuencia de la agresión, este joven resultó con hemoneumotorax, laceración pulmonar, hematoma en lingala y hematoma mediastinico. El chico necesitó de tratamiento quirúrgico, habiendo invertido en su curación 93 días.

Tras apuñalar al joven, el agresor salió corriendo, siendo perseguido en su huida por un grupo de jóvenes no identificados que lograron retenerle. Gracias a esta intervención, la Policía detuvo al supuesto asesino, a quien se le incauto un puño americano. Dos días después, ingresó en prisión provisional.