Convoy.- El 3 de julio de hace nueve años fallecieron otras 18 personas en el incendio del barco 'Proof Spirit'

Actualizado: lunes, 3 julio 2006 22:05

VALENCIA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El 3 de julio de 1997 Valencia vivió otra jornada trágica, ya que un total de 18 personas fallecieron en el incendio del barco noruego "Proof Spirit", que se encontraba en construcción en los astilleros de la Unión Naval de Levante (UNL) en el Puerto de Valencia.

El siniestro del 'Proof Spirit', el accidente laboral más grave de la historia reciente de la Comunitat Valenciana, tuvo lugar hacia las 12:00 horas en el Puerto de Valencia, momento en que los responsables de la Autoridad Portuaria detectaron una gran humareda a través de las cámaras del circuito cerrado instalado en el centro de control de emergencias y que procedía del barco situado en el muelle "Armamento". Inmediatamente se puso en marcha el Plan de Emergencia Interior y se dio aviso a bomberos --que desplazaron a un equipo de cerca de 40 hombres-- a Protección Civil, Policía Nacional, Local y ambulancias.

Los trabajadores de la embarcación quedaron atrapados en una de las cámaras de popa, concretamente en la sala de máquinas una "caja comprimida" de 20 por 40 metros donde se sitúan el motor principal del barco, los generadores y parte del sistema eléctrico de la embarcación.

El "Proof Spirit" había sido botado el 10 de abril de 1997 y se hallaba en su segunda fase de construcción para realizar trabajos en los compartimientos y proceder a su habilitación definitiva. Había sido encargado por la firma noruega Jo-Tankers, su destino era la carga de granel líquido, concretamente whiski, y estaba previsto entregarlo a mediados de agosto.

Las tareas de rescate de las víctimas se complicaron especialmente por una acumulación de humo en la sala de máquinas que impedía a los bomberos permanecer mucho tiempo en ella. Esos problemas y el hallazgo minuto a minuto de más cuerpos sin vida se podían observar en las caras ennegrecidas de los bomberos que salían del buque para ser relevados en su tarea. Cuando la cifra de cadáveres hallados se elevaba a 12, un sargento del parque de Valencia manifestó las pocas esperanzas que existían de hallar con vida al resto de trabajadores.

El trabajo de recuperación de los cuerpos fue muy difícil por la gran cantidad de maquinaria acumulada en la sala de máquinas. Según pudo comprobar, ninguno de los trabajadores murió calcinado. De los 18 muertos, 7 eran trabajadores de la Unión Naval de Levante y el resto habían sido subcontratados de otras empresas con domicilio social en Gijón (Insertank), Bilbao y Madrid (Alfalavar). En su mayoría eran trabajadores veteranos con una media de edad entorno a los 45 años.