Santa Cruz de Tenerife, 8 Feb. (EP/IP) -
Policías adscritos a la brigada de Extranjería y Documentación de la comisaría del sur de Tenerife han concluido con éxito una investigación encaminada a desarticular un gripo organizado que se dedicaba a la explotación laboral de ciudadanos de nacionalidad brasileña.
Resultado de la investigación fue la incautación de numerosa documentación falsa, así como diez detenidos acusados de delitos como falsedad documental, delito contra los derechos de los trabajadores e infracción a la Ley de Extranjería.
La policía vigilaba desde hace tiempo a esta banda, cuya modus operandi consistía en que uno de los capataces de la obra, de nacionalidad brasileña y con numerosos contactos en su país, se encargaba de captar a los futuros trabajadores ofreciéndole un contrato de trabajo, una casa donde vivir y proceder a la regularización de su situación en España.
Muchas personas pidieron créditos o vendieron sus pertenencias para poder costearse el traslado a España, donde eran recibidos en el aeropuerto por el mismo capataz quien los trasladaba a una vivienda localizada en las Chafiras, muy cercana a la obra en construcción.
Al día siguiente de su llegada, comenzaban a trabajar en la obra durante largas jornadas bajo las órdenes del capataz brasileño y otro de nacionalidad portuguesa, sin ningún tipo de contrato de trabajo ni alta en la Seguridad Social, así como sin contar con las condiciones mínimas de seguridad e higiene en el trabajo. Uno de los trabajadores brasileños tuvo que dormir, de hecho, en la propia obra hasta que consiguió un sitio para dormir en la cada donde residía el resto de los trabajadores.
La situación llegó al límite cuando los salarios percibidos por su trabajo no se correspondían a lo pactado. Igualmente, estampaban su firma en un documento falso de identidad portuguesa.
La operación condujo, finalmente, a la detención de uno de los capataces de la obra, a quien se acusa de infracción de la Ley de Extranjería, falsedad documental y delito contra los derechos de los trabajadores, y al promotor y constructor de la obra.
La policía, a pesar de que la operación se da por concluida, no descarta iniciar nuevas líneas de investigación.
