Detenida una banda china por secuestrar a compatriotas y robarles un millón de euros

Actualizado: miércoles, 23 diciembre 2009 12:27

Les interceptaron en la A-2, les golpearon y tras lograr el botín les abandonaron en una céntrica calle de Madrid

MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Agentes de Policía Nacional han detenido a siete ciudadanos de nacionalidad china pertenecientes a un grupo organizado por secuestran a unos compatriotas suyos y robarles más de un millón de euros a punta de pistola.

Los arrestados, con edades comprendidas entre los 21 y los 45 años, lo fueron como presuntos autores de la detención ilegal y el robo con violencia o intimidación de unos compatriotas suyos, informó hoy la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

La investigación se inició a finales de octubre, cuando tres ciudadanos chinos se personaron en dependencias del Grupo V de la Unidad contra redes de inmigración y falsificación documental (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación para ampliar una denuncia interpuesta justo un mes antes.

En la ampliación de esta denuncia las víctimas relataron que a finales de septiembre, mientras viajaban en su furgoneta por la A-2, les asaltó otro vehículo del que se bajaron seis personas esgrimiendo armas de fuego. Tras amordazarles y golpearles les condujeron hasta una céntrica calle de Madrid, donde les abandonaron, no sin antes despojarles del botín que llevaban: un millón de euros en efectivo.

Desde un primer momento los perjudicados sospecharon de la persona que habían contratado como conductor del transporte el cual, una vez interrogado por los agentes, reconoció su participación en los hechos. Según su declaración, un grupo de delincuentes chinos le habían propuesto participar en el robo de la furgoneta y del dinero que contenía.

A partir de la información facilitada por este primer detenido, los policías del Grupo V de Extranjería desplegaron todo un abanico de gestiones tendentes a la localización y detención de los otros miembros de la banda, señaló la Policía.

Estas actuaciones se vieron obstaculizadas desde el inicio por las extremadas medidas de seguridad que adoptaban los principales implicados, tanto en sus comunicaciones como en los encuentros físicos, lo que obligaba a los agentes a ser muy selectivos en cuanto a su vigilancia y seguimiento.

Además, la investigación se topó con la dificultad añadida de que los perjudicados, en una actitud frecuente dentro de la comunidad china, trataron de solucionar el asunto al margen de los cauces legales. De esta forma, consiguieron que los autores les devolvieran unos 200.000 euros.

Como resultado de las gestiones practicadas, los agentes obtuvieron un organigrama de la banda con sus ramificaciones y lograron identificar a todos sus miembros, así como las direcciones de sus domicilios y diversos lugares donde podrían ocultar el dinero sustraído.

Con todo dispuesto, los policías detuvieron a otros seis ciudadanos chinos, supuestamente integrantes del referido grupo organizado. Con el preceptivo mandamiento judicial, los agentes llevaron a cabo la entrada y registro de cinco domicilios donde intervinieron cinco pasaportes chinos; dos ordenadores portátiles; siete teléfonos móviles; diversa documentación personal; dinero en efectivo y una caja fuerte que continúa cerrada a la espera de ser abierta en sede judicial, y que podría contener parte del dinero sustraído.

Solamente el cabecilla de la banda tenía antecedentes policiales, dos de ellos por delitos de extorsión y uno más por Infracción de la Ley de Extranjería. Todos los detenidos han pasado ya a disposición judicial.