Los agentes encontraron huellas en una lata de cerveza y reconstruyeron el faro de un coche para dar con los culpables
MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Agentes de Policía Nacional han esclarecido tres homicidios ocurridos en el último trimestre en Madrid al encontrar distintas pruebas en la escena del crimen que los relacionaban con las muertes, entre ellas huellas en una lata de cerveza o restos de faro de un vehículo junto al cuerpo de un hombre que había sido atropellado mortalmente.
Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, cuatro individuos son los presuntos autores de las lesiones que causaron la muerte a tres personas en hechos sucedidos en las calles Raigras y García Salazar, de Madrid, y en la avenida Portugal de Móstoles.
El pasado 23 de enero de 2009, sobre las 13 horas, se recibía una llamada de una mujer en la Sala del 091 en la que comunicaba que había acudido a casa de su hermano José Luis C.A., situada en la calle Raigras del distrito de Usera. Allí encontró la puerta abierta y el cadáver de su hermano tendido en el suelo del dormitorio con manchas de sangre.
Inmediatamente acudieron al lugar varios radiopatrullas de Seguridad Ciudadana que acordonaron y custodiaron el domicilio, y activaban el protocolo policial ante delitos violentos. Agentes de Policía Científica realizaron la pertinente inspección ocular y especialistas del Grupo X de la Sección de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid iniciaron la investigación para esclarecer el hecho.
En un primer momento no estaba claro que se tratara de una muerte violenta, ya que el fallecido tenía una enfermedad crónica. La puerta de la vivienda no estaba forzada y en la casa, aparentemente, no faltaba nada. Pero la autopsia practicada el día siguiente mostró que el cadáver presentaba una herida de arma blanca en el costado que le había provocado la muerte.
Los investigadores del Grupo X se centraron en reconstruir las últimas horas de José Luis C.A. y, gracias a la inspección ocular practicada por Policía Científica, lograron identificar a Jorge Ángel D.T., de 37 años, como el presunto autor del hecho.
El sospechoso fue identificado porque había dejado una huella en un bote de cerveza que se hallaba en la vivienda de la víctima. Además, diversas gestiones practicadas por los agentes ratificaban que Jorge Ángel D.T. es el presunto autor de las lesiones que acabaron con la vida de José Luis C.A.
MUERTE POR UN PASAPORTE
Por otra parte, sobre las 20 horas del pasado día 30 de octubre de 2009, la Sala del 091 recibía una llamada en la que comunicaba que, a la altura del número 10 de la calle García Salazar, un hombre había sido agredido con arma blanca. Tras ser asistido en el lugar por los servicios de emergencia, era trasladado hasta un hospital donde fallecía poco después. Igualmente, los agentes del Grupo X de Homicidios se hacían cargo de la investigación.
De las primeras gestiones practicadas pudieron constatar que Vasile S., de 28 años, había discutido con una pareja en la calle y, durante la misma, resultaba apuñalado. Posteriormente, los investigadores descubrieron que el presunto autor de la agresión era Gheorghe O., de 41 años, que, en fechas posteriores al homicidio, intentaba conseguir un pasaporte y ayuda económica para abandonar el país.
Debido a este hecho, los agentes de Homicidios intensificaron la investigación para detener tanto al presunto agresor como a la persona que le iba a proporcionar la documentación falsificada. Las pesquisas pronto dieron sus frutos y, cuando se procedía a la entrega del pasaporte en un parque, fueron arrestados Gheorghe O., supuestamente responsable de la muerte, y Serghei A., de 27 años, presunto encubridor del homicidio.
PILLADO POR LOS RESTOS DE UN FARO
El último homicidio esclarecido se produjo en el mes de diciembre en la avenida de Portugal de Móstoles, donde fue hallado el cuerpo sin vida de Juan Luis G.M. que, al parecer, había sido atropellado. Durante la inspección ocular los agentes de Policía Científica localizaron junto al cadáver diversos fragmentos pertenecientes a un faro de vehículo.
Las gestiones posteriores permitieron a los investigadores del Grupo VI de Homicidios averiguar que los fragmentos referidos correspondían a una furgoneta que Ernesto A.A., de 46 años, conducía diariamente por su trabajo de repartidor de prensa. Éste había manifestado a su aseguradora que los daños en el vehículo se los había causado tras colisionar contra un árbol en Parla.
Pero su coartada se vino abajo cuando Policía Científica reconstruyó los fragmentos localizados en el lugar del atropello y logró establecer cierta compatibilidad con los daños que fotografió el perito de la aseguradora a la referida furgoneta. Con ello, los investigadores detuvieron a Ernesto A. A. como presunto autor de un delito de homicidio y otro de omisión del deber de socorro.
