Los dos acusados por robar y matar a Marta Villayandre en enero de 2011 se culpan mutuamente

Actualizado: lunes, 9 julio 2012 20:13

La acusación particular insiste en que se tipifiquen los hechos como asesinato y no como homicidio, que es la postura de la Fiscalía


LEÓN/OVIEDO, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los dos hombres acusados de la muerte de Marta Villayandre, la joyera leonesa asesinada en enero de 2011, se han culpado mutuamente durante la vista oral que ha comenzado este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León. La Fiscalía solicita para ambos, C.E.M.R. y O.T.R., una pena de 18 años de cárcel, 14 por homicidio y cuatro por robo con violencia.

En primer lugar ha declarado C.E.M.R, quien ha asegurado que el robo fue orquestado por el otro detenido para "sacar algo de dinero", pero nunca con la intención de matar. Sobre el día de los hechos, ha narrado que la joyera Marta Villayandre llegó al piso en el que habían quedado para comprar unas joyas aquel 18 de enero y accedió por el ascensor mientras ellos estaban esperando en las escaleras para "abalanzarse sobre la víctima e introducirla en el domicilio".

Según el acusado, la joven "se movía y gritaba", provocando "mucho alboroto", por lo que O.T.R. la tiró al suelo para sujetarla y él tuvo que agarrarla por los pies.

Cuando "por fin se calmó y dejó de gritar y pelear", C.E.M.R. fue hasta la cocina a tomarse una cerveza y Marta recobró la conciencia, por lo que de nuevo gritó y se agitó, lo que hizo que se repitiera la misma escena para inmovilizarla. Entonces, O.T.R. le ordenó que fuera a buscar el coche de la joyera para llevársela a otro lugar y al regresar vió cómo su compañero la estaba "metiendo" en una maleta grande, aunque no ha recordado si ayudó o no en dicha acción.

"No sé si hablamos de ir a un lado u a otro, sólo queríamos salir de allí", ha señalado el acusado. Así, ambos tomaron rumbo a Asturias, hasta encontrar un descampado propicio para tirar el cuerpo, acción de la que también se encargó O.T.R., según C.E.M.R.

Más tarde, cuando llegaron a Oviedo y abandonaron el coche, acordaron regresar a León en autobús aunque sentándose en sitios diferentes para hacer creer que no se conocían. Al llegar a la estación de autobuses de León, C.E.M.R. recuerda que llamó por teléfono a su mujer para que fuera a buscar a su hija al colegio.

Por último, el primer acusado en declarar se contradijo en numerosas ocasiones explicando que volvió a por las joyas al apartamento unos días más tarde y se las entregó a su hermano para su posterior venta, aunque también ha señalado que se las quedó O.T.R.

El segundo en declarar ha sido el otro hombre de nacionalidad colombiana O.T.R., quien apuntó que "todo es mentira y se lo ha inventado C.E.M.R.". Ha señalado que a pesar de que sus hijas jugaban muchas tardes juntas, entre ellos no existía "una relación de mucha amistad".

Negando toda relación a los hechos, ha asegurado que estuvo toda la mañana en su casa, donde vive con su mujer, su suegra y sus dos hijos. "A las 16.30 horas fui a casa de mi ex cuañada para darle un número de teléfono", ha argumentado. Del mismo modo, negó conocer a Marta Villayandre, excepto en una ocasión que hablaron sobre una cadena que había comprado a una amiga y ésta a su vez se la había adquirido a la joyera.

Entre los testigos que prestaron declaración se encontraba el exmarido de la joyera, quien ha señalado que Villayandre sólo vendía a domicilio "cuando el entorno era seguro y tenía confianza con el comprador".

RECONOCIDO EN EL AUTOBÚS

También ha testificado el conductor del autobús que realizó el trayecto entre Gijón y León el día de autos y que reconoció a O.T.R. porque se dirigió a él para concretar la hora de llegada del autobús a León y le invitó "a un café, o dijo que tenía tiempo para un café o algo así".

Además, ha explicado que el acusado se sentó "en la parte de atrás" en lugar de en la plaza que le correspondía. "Aquel día montaron 32 personas y si él no se llega a dirigir a mi, yo tampoco me fijo en él", ha relatado el conductor.

El abogado de la acusación particular, Rafael Escamilla, ha explicado este lunes que intentará que la muerte de Marta Villayandre sea calificada "como asesinato", al entender que existe alevosía en los hechos ocurridos, y no como un homicidio, según la postura del Ministerio Fiscal.

Por lo tanto, el objeto del juicio es, "primero probar que, efectivamente, las dos personas imputadas son las responsables, y segundo determinar si va a ser por un homicidio o por un asesinato".

A pesar de mostrarse contento con la investigación, el abogado ha señalado que "en el imaginario de cada uno, todos sospechamos que los dos acusados no estaban solos, que otra persona pudiera haber colaborado de manera directa o indirecta", bien sea encubriendo o prestando ayuda de algún tipo. "No quiero decir con esto que nos quede la sensación que los autores no están aquí, pero sí creemos que podría haber más personas directa o indirectamente responsables", ha aclarado Escamilla.

Cabe recordar que hubo dos personas detenidas, uno de ellos es el hermano del imputado C.E.M.R. a quien se expulsó de territorio español, por lo que se ha sobreseído la causa respecto a él; y la otra persona imputada es una mujer a la que se ocuparon algunas de las joyas de Marta, pero ha quedado fuera de la causa ya que "no hay una certeza que indique que pudiera haber estado implicada", ha apuntado el abogado.