GIRONA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El conductor que, bajo los efectos del alcohol, atropelló mortalmente a un mosso d'Esquadra en agosto de 2003 en la carretera N-II a su paso por Fornells de la Selva (Girona) mientras realizaba un control de alcoholemia llegó hoy a un acuerdo con los familiares del fallecido.
El trato al que llegaron ambas partes es que el acusado, Pere T., que ya tenía antecedentes por conducción bajo los efectos del alcohol, deberá cumplir una pena de dos años de prisión y cuatro sin carnet de conducir.
Además, llegaron a un acuerdo verbal por el cual Pere T. deberá asistir durante un año a víctimas de accidentes de tráfico. El accidente mortal ocurrió en agosto de 2003, en un control de alcoholemia en la N-II a la altura de Fornells cuando el imputado, que conducía en estado ebrio, chocó contra un coche de los Mossos d'Esquadra y luego arrolló mortalmente al agente Àlex Arroyo.
El caso creó gran alarma social ya que el juez que instruía el caso y que imputaba a Pere T. un homicidio por imprudencia, le dejó en libertad sin retirarle el permiso de conducir.
Se da la circunstancia que el hermano del fallecido era partidario desde un principio de que al acusado se le retirara el carnet y se le obligara a acudir a un centro de rehabilitación de víctimas de accidentes o a cursillos para conductores peligrosos, considerando estas prácticas la mejor condena.
El hermano del fallecido, Xavier, aseguró tener "más confianza" en la palabra del acusado que en lo que pueda dictaminar la justicia y por ello prefería llegar a un pacto.
