Un empresario valenciano mantiene una huelga en Valladolid porque dice que le adeudan un millón de euros

Actualizado: viernes, 13 marzo 2009 10:52

VALLADOLID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

Valentín Escribano, un empresario valenciano que se hizo cargo, junto a otras doce pequeñas empresas, de construir el Rocódromo de Palencia, se encuentra a punto de perderlo todo y quedarse en la calle, debido a que, según cuenta, se les adeudan cerca de un millón de euros por unas obras ya terminadas y en pleno funcionamiento.

Valentín Escribano se ha declarado en huelga de hambre y para que le hagan caso se ha ido hasta la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, en Valladolid, para reclamar lo que considera suyo. "Yo a mi casa no puedo volver sin lo que me deben, porque lo voy a perder todo", aseguró.

Hasta Valladolid ha llegado después de una larga andadura, que comenzó el 13 de enero cuando abandonó su casa para dirigirse a Barcelona junto a su hijo, donde, con su furgoneta que se ha convertido en su hogar, se emplazó ante la sede de Rocódromos Tarragó, la empresa que le contrató para participar en la construcción, junto a otras empresas, del centro de prevención de riesgos de Palencia.

Allí se encontró con otro constructor que estaba en la misma situación que él y que también lo ha perdido todo. "He tenido que despedir a todos los trabajadores, pero eso sí pagándoles todo, y ahora ya no tengo empresa", relató a Europa Press.

Después de una semana, Valentín Escribano se dirigió a Palencia para buscar una solución. Allí se alojó en el albergue de la Escuela Castilla que se encuentra próximo al Centro de Prevención de Riesgos en Actividades de Tiempo Libre.

De este albergue se tuvieron que ir al cabo de un mes y el día 25 de febrero se acomodaron con su furgoneta enfrente de la sede de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades en Valladolid. "De aquí no me muevo hasta que César Antón nos reciba, pero no sólo a nosotros, sino que reúna a todas las partes implicadas, y se arregle esta situación y se encuentre una solución", afirmó.

Todas las mañanas se acerca hasta el Registro de la Consejería de Familia, junto a su hijo y a su compañero de Barcelona, para pedir que el consejero les reciba. "Yo sé que la Junta ha pagado, lo único es que el presupuesto primero no cubre los gastos, ya que se han hecho más metros de lo previsto. Que nos permitan, a nosotros, a la empresa constructora o a quien sea, que lo midan y que comprueben que esos metros de más no se han pagado", señaló.

Valentín Escribano afirma que su situación económica es dramática. "Cuando la obra estaba a medias, tuve que avalar con los beneficios de otra obra de Valencia. He tenido que despedir a mis empleados, e incluso al último le he dejado a deber, pero lo entiende, y sabe que cuando cobre le pago", añadió.

Además, aseguró que no estarían en esta situación si un responsable de la Junta no les "hubiera garantizado" que iban "a cobrar". "Si no había más dinero se tenía que haber parado la obra y ahora todos tendríamos trabajo. Yo sólo pido que el que sea responsable de esto, pague", aseveró.

Valentín Escribano, que forma parte de una plataforma con todos los afectados por esta situación, ha tomado la decisión de declararse en huelga de hambre y se mantiene a base de zumos, miel y algún que otro cigarrillo.

"LA JUNTA HA CUMPLIDO"

Desde la Junta de Castilla y León, el director general del Instituto de la Juventud, Sergio Montoya, aseguró que el Gobierno regional "ha cumplido con lo establecido en la legislación vigente y en el contrato de la obra del Centro de Prevención de Riesgos en Actividades de Tiempo Libre".

Montoya se solidarizó con Valentín Escribano y se mostró esperanzado en que esto "se solucione rápidamente", pero reiteró que "la Junta ya ha pagado". Ahora hay que esperar, ya que la medición de obra ha aumentado un 9,85 por ciento del presupuesto aprobado, y esperar de forma inmediata la liquidación definitiva de este incremento por parte de la Junta de Castilla y León al contratista.