Permanecen ingresados en Lugo los dos heridos en el siniestro del viernes en el que fallecieron otros tres obreros de Portugal
LUGO, 26 May. (EUROPA PRESS) -
Un trabajador de nacionalidad portuguesa que se desplazaba a Galicia a trabajar falleció hoy en un accidente de tráfico en Taboada (Lugo), mientras que el conductor de la furgoneta en la que viajaba y otro usuario sufrieron heridas de carácter leve.
Según informaron a Europa Press fuentes de la Guardia Civil de Tráfico de Lugo, el accidente se produjo al salirse de la vía el vehículo en el que viajaban los tres trabajadores portugueses, de forma que chocó contra un árbol y finalmente volcó.
Velocidad excesiva, las malas condiciones del firme debido a las precipitaciones meteorológicas o una distracción se barajan entre las causas del siniestro, que se produjo sobre las 9.25 horas de hoy en la carretera nacional N-540 que comunica Lugo y Orense, a la altura del término municipal de Taboada.
El fallecido responde a las iniciales de A.J.M.M., de 32 años de edad, que quedó atrapado entre los hierros del vehículo siniestrado y su cuerpo tuvo que ser liberado por equipos de excarcelación.
Por su parte, A.F.DC. de 40 años de edad, conductor de la furgoneta Renault Espace en la que viajaban hacia Viveiro (Lugo), sufrió sólo heridas de carácter leve, por las que ya fue atendido en el lugar del suceso sin necesidad de ser trasladado a un centro hospitalario.
Sí fue evacuado al hospital general Calde de Lugo otro de los usuarios de la furgoneta, que responde a las iniciales de J.G.DS., de 44 años de edad, que viajaba en el asiento del copiloto y que en un primer momento se pensó que presentaba pronóstico grave, aunque los médicos que lo atendieron han señalado que su estado finalmente es leve. El servicio de urgencias extrahospitalarias 061 envió al lugar de los hechos dos ambulancias asistenciales y al médico de urgencias de Taboada.
CUARTA VÍCTIMA EN MENOS DE 72 HORAS.
Este es el cuarto trabajador portugués que fallece en la red viaria gallega en menos de tres días, ya que el pasado viernes murieron tres obreros portugueses al chocar la furgoneta en la que viajaban contra un camión cuando volvían a Portugal para pasar el fin de semana con sus familias. Otros dos ocupantes del vehículo, de la misma nacionalidad, resultaron heridos de gravedad.
Así, el herido más grave en el siniestro del pasado viernes M.X.M.M., de 35 años de edad, permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos debido a un traumatismo abdominal y su estado es grave. Por su parte, M.A.C.S., de 47 años, ya fue trasladado a planta y evoluciona favorablemente de una fractura de tobillo.
CONTROL DE TRÁFICO.
De las 33 personas que fallecieron el año pasado en el sector de la construcción de Galicia, cinco fueron operarios portugueses, lo que representa que este colectivo concentró el 15,15% de los siniestros mortales. No obstante, cuatro de estas cinco víctimas mortales fallecieron en accidentes de tráfico durante desplazamientos a sus puestos de trabajo, de forma que los trabajadores lusos representaron el 44,44% del total de muertes 'in itinere' en la construcción gallega.
Precisamente ante esta realidad, hace un mes las autoridades laborales de Galicia y Portugal mantuvieron en Leiro (Orense) una reunión para articular un plan de inspección conjunta que incluye, entre otras medidas, que la Guardia Civil de Tráfico colabore para controlar los desplazamientos transfronterizos de trabajadores, a propuesta de la Consejería de Trabajo.
Según los datos de este departamento autonómico, casi 11.000 ciudadanos portugueses trabajan en Galicia de forma reglada, en torno a 7.800 en las grandes obras de infraestructuras, pero las autoridades laborales reconocen que existe una bolsa indeterminada de mano de obra que viene a la comunidad sin que se haya producido la obligada comunicación sobre desplazamientos de trabajadores transfronterizos.
Es el caso de muchos trabajadores que acuden cada día desde Portugal a sus puestos en alguna obra de Galicia o que lo hacen de forma semanal, pero que al cotizar por la Seguridad Social lusa, provoca que no exista una estadística fidedigna de cuántos están desplazados realmente.
