VALENCIA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional encontraron ayer un cadáver en avanzado estado de descomposición en el interior de una vivienda de la calle Juan Ramón Jiménez de Valencia, tras recibir el aviso de la casera que acudió al domicilio, donde no pudo entrar, porque su inquilino llevaba unos tres meses de retraso en el pago. Junto con el cuerpo hallaron dos perros también muertos que se sospecha que pudieron comerse parte de los restos del cadáver, que estaban esparcidos por toda la casa.
Según informaron a Europa Press fuentes de la Jefatura Superior de Policía, los agentes tuvieron que echar la puerta abajo y localizaron el cuerpo de esta persona, concretamente el cráneo sin mandíbula y otros restos, por lo que serán las pruebas de ADN quienes determinen si, como sospechan los investigadores, se trata del inquilino de la casa, un joven de 25 años que tenía dos perros, así como las causas de la muerte.
El hallazgo se produjo sobre las 11.20 horas de ayer cuando la casera de la vivienda se desplazó al lugar, en el número 31 de la calle Juan Ramón Jiménez, para exigir a su inquilino el pago del alquiler, que llevaba unos tres meses de retraso.
Sin embargo, según las mismas fuentes, nadie le abrió la puerta pero la mujer notó un "fuerte olor" por lo que llamó a la Policía, que acudió para echar la puerta abajo y encontró un cadáver, concretamente el cráneo sin mandíbula y otros restos del cuerpo, en tan avanzado estado de descomposición que, por el momento, se desconocen las causas de la muerte.
Las pruebas de ADN, que se practicarán en el Instituto de Medicina Legal, determinarán si realmente se trata del inquilino del inmueble, un joven de 25 años que tenía dos perros, así como las causas del fallecimiento. La Policía sospecha que los canes, también hallados muertos junto al cuerpo, pudieron comerse parte del cadáver ya que había restos de piel y huesos por toda la casa.
