El barco en el que navegaban fue encontrado el pasado sábado 2.000 millas al este de las islas
QUINTANILLA DE ONÉSIMO (VALLADOLID), 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Hace un año que se perdió la pista en alta mar de Luis González, Antonio de la Cova y Pedro Santos, tres amigos que practicaban la pesca deportiva en su barco a unas millas de la costa de Santa Cruz de Tenerife el 22 de julio de 2006. Desde que Salvamento Marítimo suspendió la búsqueda una semana después, los familiares de los desaparecidos no han tenido noticias positivas ni negativas sobre sus allegados.
De hecho, la única pista que se ha conseguido ha llegado por casualidad el pasado sábado, 28 de julio, cuando un barco de bandera británica encontró a la deriva el barco 'Mencey Taoro II', en un punto del océano atlántico situado a 1.000 millas de Miami y a algo más de 2.000 de las Islas Canarias.
"Nos han dicho que el barco estaba boca abajo, pero en buen estado y que parece imposible que haya pasado un año a la deriva", aseguró la hermana de Luis, Concepción González, que reside desde hace 18 años en Quintanilla de Onésimo (Valladolid). En el interior del barco se encontró el DNI de Antonio de la Cova así como cinco chalecos salvavidas. "Llevaban diez, así que tuvieron que usarlos para algo", añadió Concepción.
Las incógnitas sobre la suerte de los tres amigos "están afectando mucho" el ánimo de los familiares de Luis, Antonio y Pedro, pero a la vez les hacen mantener las esperanzas de encontrarles vivos. "Son gente experta, tenían el título de patrones y sabían responder ante las situaciones del mar", explicó la hermana de Luis en declaraciones a Europa Press.
Otra de las dudas que manifestó Concepción es que, por las coordenadas en las que se encontró al 'Mencey Taoro II' "ha tenido que estar en una zona por la que transitan muchos barcos entre Miami y Europa", por lo que le parece "extraño" que ninguna nave haya avistado al barco durante un año a la deriva.
ISLAS DESIERTAS
Por todo ello, los familiares de los pescadores creen que hayan podido ir a parar a algunas de las "islas vírgenes" que se encuentran en medio del Atlántico y creen que hayan podido sobrevivir varios días en el barco, ya que, "llevaban mucha comida, por si les ocurría algo". Aunque Concepción mezcla en sus palabras sobre su hermano los tiempos verbales en presente y en pasado.
La búsqueda llevada a cabo por Salvamento Marítimo entre los días 23 y 27 de julio del año pasado abarcó, según la información oficial, una superficie de cerca de 150.000 kilómetros cuadrados con la participación de dos barcos, tres helicópteros y un avión de rastreo. Pero Concepción duda de la veracidad de los datos.
"Estamos muy disgustados con el trato recibido por parte de Salvamento Marítimo y no creemos que hayan rastreado tanto como dicen", lamentó Concepción, que añadió que abandonaron la búsqueda "porque fue una época en la que llegaban muchas pateras" a las Islas Canarias y que incluso un funcionario del Ministerio de Exteriores le llegó a decir que la búsqueda de su hermano "no es urgente".
Durante el último año, tanto Concepción como otros de los familiares de los desaparecidos han intentado obtener la colaboración de las Instituciones, pero tan sólo han encontrado el apoyo de la Casa Real, el Defensor del Pueblo y los Procuradores del Común de Canarias y Castilla y León. "El Gobierno de España y el de Canarias no se han dirigido a nosotros para nada", matizó.
INVESTIGACIÓN
Ahora mismo la preocupación de los familiares es que la Guardia Civil comience una investigación sobre el barco hallado, que arribará el próximo domingo, 5 de agosto, al puerto de Tarragona. Además pretenden que "con satélites o aviones o como sea" se rastreen las islas e islotes del Atlántico para encontrar algun posible rastro de Luis, Pedro y Antonio.
En definitiva, como apuntó Concepción, los familiares quieren "descansar de una vez" y conocer si los tres aficionados a la pesca están muertos. La hermana de Luis recordó la dureza de la situación para las familias de su hermano y de Antonio de la Cova, ya que tienen hijos pequeños.
Los tres amigos partieron con su barco del puerto de Santa Cruz de Tenerife a las 5.00 horas del 22 de julio de 2006, y la última noticia que se tiene de ellos fue una llamada de Luis a su mujer a las 11.00 horas para contarle "que habían pescado un ejemplar muy bueno". Concepción recordó que una hora después su madre intentó hablar con Luis, pero ya no lo consiguió.
La noche del 22 de julio estaba previsto que la pasaran en la isla de El Hierro, pero nunca llegaron allí. "El tiempo cambió un poco esa noche, se pasó de olas de dos metros a cuatro metros y de viento de cuatro nudos a ocho nudos", explicó la hermana del desaparecido, que matizó que, aún así, las condiciones no eran críticas y, sobre todo, que los tres pescadores son "expertos".
