El hombre que pasó en la cárcel 13 años por una violación que no cometió recupera la libertad

Actualizado: viernes, 25 julio 2008 17:55


   SALAMANCA, 26 (OTR/PRESS)

   Tras casi 13 años cumpliendo condena por una violación que no cometió, el gaditano Rafael Ricardi abandonó el Centro Penitenciario de Topas (Salamanca).

   El protagonista de este lamentable error judicial, que quedó evidenciado con las pruebas de ADN, salió de la cárcel acompañado de su abogada, con gesto cansado y algo desorientado, y no tuvo fuerzas nada más que para asentir cuando fue preguntado si ya se sentía de todo en libertad.

   Macarena, la hija de Rafael que no pudo acudir a recogerle a las puertas de la prisión al encontrarse todavía convaleciente tras una operación, se mostró "contenta" por la liberación de su padre y afirmó que "se ha hecho justicia, pero no del todo".

   Fue sobre las 15:20 horas de la tarde cuando, acompañado de su abogada, Antonia Alba y de un amigo de la familia, Rafael Ricardi volvió a sentirse libre después de pasar casi 13 años encarcelado por un delito que no cometió.  El excarcelado, con gesto cansado, barba de varios días y pelo muy canoso que le hacían parecer mayor de los 48 años con que cuenta actualmente, vestía camiseta negra, pantalones piratas de color azul y calzado deportivo y, "nervioso", apenas hizo declaraciones a los medios de comunicación, tan sólo para asentir que ahora sí se sentía ya libre. Ahora estoy muy nervioso y no puedo contestar, pero cuando esté más tranquilo ya hablaré", apuntó.

   La abogada de Ricardi aprovechó la ocasión para agradecer la colaboración prestada en los últimos meses por los medios de comunicación y expresó su deseo de esperar ahora a que sea el Tribunal Supremo el que revoque la condena de 36 años que en su día se le impuso a su representado como autor de una violación perpetrada en 1995 que no cometió.

   UN DEFECTO VISUAL

   El delito se perpetró en la madrugada del 12 de agosto del año 1995 y la víctima fue una joven a la que dos hombres encapuchados abordaron en la localidad gaditana de El Puerto de Santamaría. Uno de los violadores padecía un defecto visual, circunstancia que coincide con Ricardi, que padece estrabismo, y que fue lo que llevó a la víctima a identificarle como autor de la agresión.

   Pero tras su detención y encarcelamiento se produjeron hasta siete violaciones en la zona gaditana con un 'modus operandi' similar al que se achacaba a Ricardi. Además se mismo defecto visual es el que presenta un hombre detenido en junio de 2007, Fernando Plaza, cuyo ADN apareció vinculado a dicho delito y a quien se atribuye ahora la comisión de esa y el resto de violaciones.

   En Cádiz, su  hija Macarena, convaleciente todavía tras una operación de peritonitis aseguró que "esperando para verlo" cuando llegue "en coche" hasta El Puerto de Santa María. Además, aseguró que ya había podido hablar "un poco" con él una vez que salió de la cárcel y afirmó que el padre le había dicho que estaba "contento" y que se iban a ver "en un poquito". Tras asegurar que estaba "contenta" por la liberación de su padre y afirmó que "se ha hecho justicia, pero no del todo".