El hombre subido a la grúa en Salamanca se niega a comer y beber

Actualizado: sábado, 9 agosto 2008 21:07

SALAMANCA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

El hombre de unos 40 años que permanece subido a una grúa en Salamanca desde la pasada madrugada se niega a ingerir alimentos y bebida a pesar del calor sofocante que se mantiene en la capital salmantina.

El individuo, de nombre Fernando y natural de Salamanca, amenaza con mantenerse en lo alto hasta que pueda hablar con el juez del caso que mandó encarcelar a su hijo en la prisión de Topas (Salamanca).

Tan sólo descendió hasta la mitad de la altura de la grúa para hablar a medio mañana para dialogar con los medios de comunicación y explicar el motivo de la protesta, el encarcelamiento de su hijo, de 19 años, detenido ayer en su trabajo y que ha ingresado en la prisión salmantina de Topas por una condena de tres meses, que considera "injusta".

Fernando, que lleva 18 horas subido a la grúa y que tuvo que realizar sus necesidades fisiológicas desde lo alto, explicó que esta condena se debe a un enfrentamiento que su hijo mantuvo con su novia y asegura que no tendría que haber ingresado en prisión porque considera que si en lugar detenerle el viernes se hubiera hecho otro día no pasaría encerrado el fin de semana, algo que según él hará que salga "mucho peor" de lo que ha entrado.

Desde lo alto comunicó en varias ocasiones que mantiene su idea de seguir arriba y que no quiere ninguna ayuda. "Prefiero seguir aquí en la torre porque si bajo mato al juez", dijo el individuo, quien también insultó al magistrado.

NEGATIVAS A BAJAR

Hasta el lugar se han desplazado sus familiares para pedir que desista de su protesta, incluso reclamando que lo haga por sus hijos, aunque por el momento se niega a bajar de la grúa, utilizada para la rehabilitación de un edificio de dos plantas.

Uno de los momentos de mayor tensión es cuando, en torno a las 14.00 horas, llegó una mujer de unos 30 años en un evidente y avanzado estado de gestación, que solicitaba entre llantos que cambiase de opinión y bajase de nuevo al suelo.

También, pasadas las 18.20 horas, llegaron al lugar familiares con comida, que le pretendieron proporcionar, pero el hombre se negó a acercarse y las otras personas, que intentaron subir, no pudieron hacerlo.

El padre del joven encarcelado se subió a la grúa, ubicada a la altura del número 86 de la calle San Pablo, sobre la 1.00 horas de hoy sin ningún tipo de víveres y sin ropa de abrigo para por la noche, y reivindicó hablar con el juez del caso de su hijo.

En caso de no lograr su propósito, amenazó con tirarse, por lo que hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y una UVI móvil.

La calle, ubicada en una zona céntrica de la capital salmantina y un de las principales vías de salida de la ciudad, se abrió a media mañana de hoy al tráfico después de permanecer a lo largo de la noche cortada.

Desde entonces, el hombre se mantiene continuamente tumbado y sólo se mueve para buscar las pequeñas sombras que provoca la propia grúa.