Los cuerpos Luis Mari Pikabea, Xabier Zubieta y Xabier Saralegi, de 33 y 32 años llegaron a Navarra a las dos y cuarto de la tarde
PAMPLONA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La capilla ardiente por los tres montañeros fallecidos ayer en el Pirineo francés se ha instalado en el polideportivo de la localidad navarra de Bera, donde a las cinco y media de la tarde familiares y amigos les han tributado un cálido homenaje.
Los cuerpos de Luis Mari Pikabea Zubieta y Xabier Zubieta Erkizia, ambos de 33 años y naturales de Bera, y Xabier Saralegi Alzate, vecino de Lesaka de 32 años, llegaron a Navarra procedentes de la localidad francesa de Tarbes sobre las dos y cuarto de la tarde. En Bera, donde se ha instalado la capilla, los féretros han sido recibidos por sus familias y allegados.
Durante la tarde de ayer y esta pasada noche tanto el Gobierno de Navarra, que envió al director de la Agencia Navarra de Emergencias, David Saínz, a Tarbes, como la Delegación del Gobierno en Navarra han realizados intensas gestiones para acelerar la repatriación de los cadáveres, que tuvo mayor dificultad al ocurrir el accidente en fin de semana.
A la capilla, que permanecerá abierta hasta las diez de esta noche aproximadamente, se están desplazando muchos vecinos de la comarca, "consternados" por el suceso. A las cinco y media se ha improvisado un emotivo homenaje con actuaciones de las corales de Bera y Lesaka, de bertsolaris y con la participación de los allegados de los tres montañeros que les han dedicado unas palabras.
El concejal de Aralar en Bera, Jon Abril, explicó a Europa Press que la familia, los amigos y los vecinos de la zona están muy afectados por el suceso ya que eran tres jóvenes muy conocidos, "muy emprendedores y muy activos". Según dijo, sus muertes, han supuesto un "mazazo".
Al finalizar la capilla ardiente, los cuerpos de los tres jóvenes serán trasladados a las localidades donde residían. Mañana se oficiarán los funerales. A las cuatro de la tarde, en la iglesia parroquial de Bera, el de Luis Mari Pikabea y Xabier Zubieta; y en Lesaka a las cinco y media, el de Xabier Saralegi.
