Una joven denuncia a la Policía Nacional por estar detenida más de 20 horas al ser confundida con una narcotraficante

Actualizado: martes, 25 septiembre 2007 18:43

Otro joven fue detenido por error en la misma zona de Ribadumia (Pontevedra) y con dos horas de diferencia

VILAGARCÍA DE AROUSA (PONTEVEDRA), 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una joven de Vilagarcía de Arousa de 30 años de edad presentó una denuncia contra los agentes de la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra que la pasada semana la detuvieron y la obligaron a permanecer durante más de 20 horas en los calabozos de las dependencias policiales, tras ser confundida con una narcotraficante.

La historia de Noelia González Rodiño coincide en muchos detalles con la del joven de Meis Miguel Ángel Gómez, que también fue detenido por error en la misma tarde-noche, el pasado jueves, y en la misma zona de Ribadumia, lo que originó la apertura de una investigación interna en la Policía para determinar las causas por las que se produjeron ambos apresamientos.

Ante estos hechos, el Movemento polos Dereitos Civís solicitará a la Delegación del Gobierno, así como a la Dirección General de la Guardia Civil y de la Policía "una rectificación pública" y trasladará una queja al Parlamento de Galicia. La organización cree que "cada día son más las actuaciones negligentes" de la Policía Nacional y criticó que se hayan cometido errores como no identificarse ante los detenidos, no leerles los derechos o no avisar a sus familiares.

En este segundo caso en conocerse, la joven arousana permaneció detenida en calabozos de la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra durante más de 20 horas, mientras que el joven que denunció primero estuvo retenido un par de horas. Ambos ya han presentado denuncia, en el caso de Noelia González Rodiño ante un juzgado de Cambados, donde además relató que, desde ese día, su vida "ya no es la misma".

ASISTENCIA MÉDICA.

"En las últimas horas he comenzado a sentirme mucho más afectada, la pasada noche no dormí", explicó a Europa Press Noelia González Rodiño. Por ello, no descartó pedir apoyo médico para sobrellevar una situación "como una película". Según su relato, todo empezó cuando regresaba de vendimiar y de darle de comer a una perra, el pasado jueves en el centro de Barrantes, en Ribadumia.

Mientras estaba parada en un semáforo en rojo, "tres personas, dos hombres y una mujer" se abalanzaron sobre su coche, "dando golpes y pidiendo que saliera". La joven se negó porque no creía que fuesen policías, pero, tras introducirla en otro vehículo, se identificaron como agentes y la trasladaron a las proximidades del campo de fútbol de Ribadumia, donde registraron el turismo que conducía.

La joven permaneció algo más de 20 horas detenida en los calabozos de la Comisaría de Pontevedra, donde fue interrogada, hasta que fue puesta en libertad la tarde del viernes. "Me acusaban de blanqueo de capitales y de tener droga, pero la verdad es que nada de eso es cierto, y que yo no llevaba nada de eso encima", alegó. Los agentes registraron su vehículo, que ha sido llevado a un taller para ser reparado --"me lo destrozaron, tengo las defensas rotas, rompieron lo que pudieron", aseveró la joven--.

Según su relato, pasó "una auténtica pesadilla, fue como una película" y añadió que, cada vez se encuentra "peor". "Ha sido una experiencia muy dura y estoy planteando pedir asesoramiento médico", afirmó.

OTRO DETENIDO.

En la misma tarde-noche y a pocos metros, el joven Miguel Ángel Gómez también fue perseguido hasta el centro de Ribadumia, donde los agentes procedieron a su detención ante muchos de los clientes de un bar situado en la zona. Este joven, de 29 años de edad, vivió su particular experiencia sobre las nueve de la noche cuando estaba estacionado en el arcén de una carretera que se localiza en Ribadumia, donde iba a orinar.

Según relató, un vehículo se estacionó al lado y "de él salieron dos hombres" que le dieron el alto como policías y "sacaron un arma", por lo que salió corriendo por miedo, y en la huida recibió dos disparos. Uno de ellos impactó en la carretera y otro en el vehículo, pero decidió seguir huyendo "hacia donde hubiese gente" --"porque tenía miedo", explicó--.

Una vez en el centro de Barrantes, en Ribadumia, entró en una céntrica cafetería mientras aún era perseguido por los agentes, que se abalanzaron sobre él y lo esposaron. Según expuso el joven, que ya puso su caso en manos de un abogado y presentó la correspondiente denuncia por detención ilegal, fue trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra después de dos horas, en las que le trasladaron a una finca en la que le preguntaron si antes había estado en ese lugar.

Miguel Ángel Gómez pudo abandonar las dependencias policiales después de que así se lo indicasen los agentes, que tampoco le dieron explicaciones sobre los motivos por los que había sido detenido. El joven ha coincidido hoy con Noelia González Rodiño, de la que conoció que había sido detenida al mismo tiempo que él, pero sin saber más detalles sobre su caso.

DENUNCIAS.

Después de que él lo denunciase, la joven se decidió a hacer lo mismo, y hoy mantuvieron un primer encuentro para intercambiar detalles de sus experiencias. Ahora no descartan que los abogados de ambos puedan intercambiar además información para continuar con el proceso judicial iniciado, ya que los dos han denunciado el caso en los juzgados.

"Creo que los abogados se van a dar los teléfonos para contactar y reunir información", comentó Noelia González. "Esto que me ha pasado ha sido muy fuerte", añadió Miguel Ángel, que tiene que llevar collarín ortopédico debido a las contusiones por los golpes recibidos por los agentes.