Liberado en Madrid un joven de 23 años que había sido secuestrado por una banda que se hizo pasar por policías

Actualizado: jueves, 6 agosto 2009 12:29

El joven fue encontrado engrilletado en la caseta, y en la operación se ha detenido a seis personas

MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional y la Guardia Civil liberaron el sábado a un joven de 23 años que permanecía secuestrado en la bodega subterránea anexa a una vivienda de la localidad madrileña de Pezuela de las Torres y por el que sus captores, que se hicieron pasar por policías, pedían un rescate de un millón de euros, según informó hoy la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.

Las investigaciones comenzaron el pasado 31 de julio, cuando el padre del joven denunció su desaparición en la comisaría de la Policía Nacional del distrito de San Blas, lo que motivó la activación del protocolo de secuestro y extorsiones establecido para estas situaciones.

Según el relato del padre, su hijo habría abandonado el domicilio familiar sobre las 9 horas para dirigirse a la oficina de la empresa familiar en Madrid. Posteriormente, su padre había intentado contactar con él telefónicamente, pero no obtuvo respuesta, hecho por el que decidió realizar él mismo el trayecto que debería de haber hecho su hijo para llegar hasta la oficina.

Al efectuar el recorrido, sobre las 10.30 horas, encontró abandonado el vehículo que utilizaba su hijo en la carretera M-23 en sentido O'Donnell. El coche tenía las luces de emergencia activadas, las ventanillas bajadas y las llaves en su interior. Aproximadamente media hora más tarde, el padre recibió una llamada desde el móvil de su hijo en el que éste le dijo "papá, ha pasado algo muy feo", para escuchar después la voz de un hombre desconocido que le reclamó que si quería ver a su hijo debía "preparar" un millón de euros.

Tras ese primer contacto por parte de los secuestradores se sucedieron tres llamadas más ese día, para lo que utilizaron diferentes cabinas públicas. En todas estas llamadas presionaron al padre de la víctima y exigieron que les diese el dinero pronto, amenazándole incluso con matar al hijo. Tras 24 horas sin ninguna novedad, en la tarde del sábado 1 de agosto el padre recibió una llamada de la Guardia Civil comunicándole que su hijo había sido liberado y se encontraba en buen estado de salud.

Los agentes habían sido requeridos por un vecino de la localidad de Pezuela de las Torres ya que en una casa cercana había oído a una persona llorar y pedir auxilio desde una caseta exterior anexa a dicha vivienda. El joven fue encontrado engrilletado en la caseta, y comunicó a los agentes que se encontraba secuestrado desde el día anterior.

Así, contó que había sido abordado en la M-23 por lo que el creyó un vehículo policial. En este sentido, el coche tenía en el salpicadero una luz azul intermitente similar a la que utilizan los coches policiales camuflados. Posteriormente, uno de los supuestos policías le indicó que detuviera el vehículo, y creyendo que se trataba de verdaderos agentes, la víctima les obedeció y a continuación ambos individuos le dijeron que tenía que acompañarles y le engrilletaron.

Fue introducido en el asiento de atrás del coche y sospechó que "algo iba mal" y que dichas personas no eran policías ya que le taparon la cabeza con un gorro, le obligaron a bajarla hasta las rodillas y le cubrieron con una manta. A partir de ese momento condujeron durante una hora hasta que llegaron a un lugar que parecía una casa de campo, donde le introdujeron en una especie de bodega.

DETENIDAS SEIS PERSONAS EN LA OPERACIÓN

La Guardia Civil dio cuenta del hallazgo a los especialistas encargados de la investigación, quienes acudieron al lugar de custodia, una bodega subterránea anexa a la vivienda. Allí, las primeras pesquisas dieron lugar a la detención de tres personas, la dueña de la casa, que ejercía las funciones de guarda del secuestrado, su hijo y la novia de éste.

Posteriormente se estableció un cordón policial por parte de la policía Nacional y la Guardia Civil destinado a localizar a otros posibles autores y a la espera de practicarse la entrada y registro e inspección ocular. Fue entonces cuando un individuo, al parecer escondido hasta el momento en el interior de la vivienda, intentó huir a bordo del automóvil identificado por la víctima como el utilizado en el secuestro, y fue arrestado.

Asimismo, se efectuaron diversas pesquisas que condujeron a la detención de dos personas más en la localidad de Rivas Vaciamadrid, uno de los asaltantes y el considerado autor intelectual del secuestro. Se trata de la primera vez en los últimos años que una banda de secuestradores usa la apariencia de policía para raptar a su víctima.

En la operación han participado agentes de la Policía Nacional de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid y de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial así como efectivos de la Comandancia de Tres Cantos, y de los Puestos de Anchuelo y de Daganzo de la Guardia Civil.