La Policía descarta la participación de una banda organizada en el caso del homicidio del camarero chino en Sevilla

Actualizado: miércoles, 4 junio 2008 16:55

El presunto autor del degollamiento cometió el crimen, se tomó una copa y huyó con 200 euros, un ordenador y un televisor de plasma

SEVILLA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Cuerpo Nacional de Policía ha descartado que una banda organizada participara en el homicidio del ciudadano chino de 33 años, Jin Ling Min, que apareció degollado el pasado 25 de mayo en el interior del bar 'La Pará' del barrio sevillano de Triana.

La portavoz oficial de la Jefatura Superior de Policía en Andalucía Occidental, Ana Cambón, informó hoy en rueda de prensa de que los investigadores del caso han determinado que el crimen se llevó a cabo por una única persona, un hombre de 35 años de edad e identificado como D.C.M. que ya ingresó en prisión el pasado domingo como presunto autor de los hechos.

Cambón relató que la primera inspección ocular realizada por los agentes de Policía Judicial y Científica en el lugar del crimen arrojó datos esclarecedores tales como pisadas en sangre en todo el establecimiento o el hecho de que hubiese sobre la barra del local una copa y un cenicero a pesar de que el bar estaba completamente recogido.

El análisis de los elementos recogidos por los agentes desplazados al lugar a instancias de la esposa de Jin Ling Min al no tener noticias de su marido pese a que ya habría terminado su jornada laboral sirvió para determinar que el ADN del detenido coincidía con las huellas impregnadas en estos elementos.

Según el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, el detenido ya tenía planeado el robo el día del homicidio porque había ido en diversas ocasiones al bar para recabar información sobre las posibles bienes que podía sustraer.

Así las cosas, sobre las 23.00 horas del 25 de mayo el acusado entró en el bar tras aparcar en la puerta una furgoneta robada para huir con el botín lo más rápido posible. Cambón prosiguió que el acusado esperó a que no hubiera clientes y abordó al dueño del bar, quien intentó refugiarse en el baño antes de recibir numerosas puñaladas.

OBJETIVO: NO SER RECONOCIDO POR LA VÍCTIMA.

Tras perpetrar el crimen, D.C.M. entró en la barra, robó la recaudación de la caja registradora y de la cabina telefónica --unos 200 euros--, así como el televisor de plasma y el ordenador que había en el comercio. En ese momento, el detenido se tomó una copa sentado en la barra, cargó la furgoneta con el material que había conseguido robar y huyó del lugar de los hechos.

Para la Policía, la intención del presunto homicida era que la víctima no lo reconociera puesto que ya había sido condenado a siete años por robos con violencia al ser reconocido por las víctimas.

Tras efectuar la detención el pasado 28 de mayo en Triana, los agentes registraron un domicilio en el citado barrio, donde había una bolsa "idéntica" a una que había dejado olvidada en el bar, tres billetes chinos y la llave de la furgoneta sustraída, que apareció a pocos metros de la vivienda.

Por su parte, la ropa y las zapatillas de deporte que el detenido llevaba el día del crimen no han sido recuperadas porque fueron arrojadas al río Guadalquivir tal y como reconoció D.C.M., quien no obstante se negó a confesar el crimen.