GIJÓN, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional de Gijón detuvo a cuatro jóvenes, I.E.B.G, de 26 años; D.S.R., de 25 años; I.G.Z.L., de 25 años y a J.G.M., de 24 años de edad por retener a una persona por un supuesto ajuste de cuentas durante dos días y alimentarle con comida para perros. La Policía les imputa los delitos de detención ilegal, lesiones y tráfico de estupefacientes, según informó la Policía Nacional en una nota de prensa.
En los registros fue detenido un quinto individuo que era buscado por la Policía Judicial por robos con violencia en el interior de cinco viviendas y locales. Se intervinieron dos armas de fuego simuladas, una espada ninja, tres cuchillos de gran tamaño, un juego de tres espadas samuráis, bridas y cinta americana, un hacha, una piqueta y un bate béisbol, dos placas-insignias falsas de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, un jersey de Policía, guantes, así como varios pasamontañas.
INVESTIGACIONES
El día 24 de agosto en Dependencias Policiales un joven gijonés de 20 años de edad, denunció que durante los dos días anteriores había sido retenido por cuatro individuos en un piso del barrio del Coto. Narró que en su cautiverio había sido sometido a agresiones y vejaciones, no dejándole acostarse, manteniéndole atado, obligándole a hacer las faenas domésticas y dándole como alimento comida para perros.
Manifestó conocer a sus agresores y saber que el motivo del comportamiento violento contra él, era como represalia por una deuda impagada que había contraído con ellos por la apropiación de 150 gramos de hachís.
A tenor de la gravedad de los hechos y para comprobar la veracidad de los mismos, el día 25 de agosto se estableció un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del domicilio denunciado, con objeto de localizar a los presuntos autores y llevar a cabo un registro de la vivienda en busca de las armas con las que supuestamente fue amenazada y sometida la víctima.
Fruto de las vigilancias y del dispositivo desplegado en el lugar, se logró identificar plenamente y detener a las personas denunciadas cuando estás salían de la casa. En ese momento dos de los detenidos portaban bolsas en cuyo interior se hallaban dos cajas fuertes vacías que presentaban evidentes signos de haber sido violentadas.
La Policía investiga si estos efectos intervenidos fueron utilizados para la comisión de otros ilícitos penales en los que se hayan podido hacerse pasar por agentes policiales, y que, a tenor del efecto lesivo e intimidatorio inherentes en los mismos, han de entenderse como graves.
En virtud de todo lo actuado también se baraja la posibilidad de que algunas de las actividades delictivas de los detenidos no hayan sido denunciadas, pudiendo haber sido sus víctimas pequeños traficantes o consumidores de estupefacientes y el objeto de robo tanto drogas como objetos de origen ilícito, que hiciera que los afectados no acudieran a la Policía, toda vez que a ellos mismos se les pudiera exigir responsabilidad penal.
