La mayoría formaba parte de una red internacional de explotación sexual y tráfico de personas
TARRAGONA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los 15 detenidos la semana pasada en una operación contra la prostitución ilegal en tres clubes de alterne de Tarragona ya han ingresado en prisión provisional y están incomunicados por orden judicial en varias prisiones catalanas.
Con esta actuación, los Mossos d'Esquadra dan por desarticulado un grupo albanés dedicado a la explotación y tráfico de mujeres afincado en El Vendrell y Calafell (Tarragona), que formaba parte de una macroestructura criminal de ámbito internacional.
Según informó hoy la policía catalana, la operación 'Troia', iniciada hace meses y dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de El Vendrell, culminó el 10 y 11 de marzo con la detención de 15 personas: 12 miembros activos de la organización y los tres propietarios de tres prostíbulos de Bellvei, Cunit y Segur de Calafell (Tarragona).
Los Mossos detectaron que en estos tres clubes varias mujeres estaban ejerciendo la prostitución bajo el control del grupo criminal.
Además, la Policía emitió varias órdenes de detención internacional contra otros miembros, ubicados en varias capitales europeas, y realizó 11 registros en domicilios de El Vendrell, Calafell, Albinyana, Banyeres de Penedès (Tarragona) y Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
CONTROL ESTRICTO
La organización tenía un control estricto y violento sobre las mujeres, que ejercían la prostitución en carreteras y clubes de alterne, y destinaba buena parte de sus recursos y su personal a buscar en toda Europa a las que lograban escapar, llegando a amenazar a sus familias en sus países de origen para dar con ellas.
La red estaba relacionada con otras organizaciones criminales de Brasil, donde compraban parte de las mujeres, que eran obligadas a prostituirse en Catalunya y Valencia, y después vendidas a otros grupos de proxenetas de varias capitales europeas.
La investigación se inició al descubrir que una joven de 21 años había sido obligada a prostituirse durante dos años, cuando todavía era menor, en un piso del barrio del Raval de Barcelona por una organización rumana --cuyo responsable también fue detenido y está en prisión-- que la mantenía sin ningún contacto exterior, y que la vendió al grupo albanés ahora detenido.
Tras la desarticulación, algunas de las mujeres ya han podido regresar a sus países de origen y otras continúan recibiendo la atención de varias ONG catalanas como la Agencia para el abordaje integral del trabajo sexual (Abits) y Sicart, que colaboraron con los Mossos de forma activa en el caso.
A los 15 detenidos les imputan los delitos de lucro y coacción a la prostitución, asociación ilícita, contra el derecho de los trabajadores, contra los derechos de los trabajadores extranjeros, falsificación documental, agresiones sexuales y lesiones, entre otros, y la causa sigue bajo secreto de sumario.
