Seis años de prisión para un hombre que amenazó a miembros de "Cerámicas la Oliva" de Pantoja (Toledo)

Actualizado: sábado, 7 julio 2007 15:15

TOLEDO, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a Jaime B.R. a seis años de prisión y el pago de indemnizaciones superiores a 58.000 euros, como autor de dos delitos de amenazas condicionales a varios miembros de la empresa "Cerámicas la Oliva" de Pantoja (Toledo).

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos ocurrieron en diciembre de 2005, cuando el acusado decidió amedrentar a estas personas anunciándoles graves males contra sus personas y familias si no cumplían las condiciones por él impuestas, entre ellas la entrega de 330.000 euros.

Así, sobre las 15.00 horas del día 12 de ese mes, el encargado de la empresa recogió del interior del buzón de su domicilio particular dos sobres que contenían sendas notas manuscritas y anónimas elaboradas por el acusado.

En uno de ellos, pedía un teléfono móvil o de lo contrario "tu mujer e hijos lo pueden pasar muy mal", mientras en el otro, dirigido al director general y consejero delegado de la empresa, pedía, en nombre de "Alka-Eda" 400.000 euros y alertaba de que no avisasen a la Policía porque "sois los tres hermanos hombres muertos".

El día 14 de diciembre, el acusado telefoneó a otro de los miembros de la empresa e, identificándose como miembro de la banda terrorista "Al-Qaeda", le exigió la entrega de 400.000 euros, mientras un día después volvió a hacer lo mismo esta vez exigiendo 330.000 euros.

El día 20, a las 22.59 horas, el acusado telefoneó a una de las víctimas para darle las instrucciones de la entrega, que se debía realizar en una explanada cercana al municipio de Torre de Esteban Hambrán, hasta donde se dirigió la víctima en su vehículo particular, con un agente de la Guardia Civil escondido en el maletero, por si había que intervenir.

Una vez depositado el maletín con el dinero en el lugar exacto donde el acusado había fijado la entrega y después de que la víctima se marchase del lugar, el acusado fue detenido por agentes de la Guardia Civil que integraban un dispositivo establecido con motivo de la operación, ocupándole al acusado el maletín con los 330.000 euros.

El acusado, aunque manifestaba cierta tendencia a la inestabilidad emocional, no padece ninguna enfermedad ni trastorno mental que le impida ni dificulte conocer el alcance de sus actos, de los que es plenamente consciente en todo momento, según la Sala.