"Si sabían que el avión estaba roto, ¿por qué lo utilizan?", se pregunta tras perder a su hijo, nuera y dos nietos

Reuters
Actualizado: jueves, 21 agosto 2008 13:47


MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las escenas de dolor en el Hotel Auditorium de Madrid, donde la compañía Spanair ha ubicado a las familias de las víctimas del accidente venidas desde Gran Canarias, se suceden durante toda la mañana. Algunos familiares abatidos acuden a sus habitaciones, tras pasar la noche en Ifema identificando a sus allegados, mientras otros, tras descansar escasas horas, vuelven a subir a los autobuses, ahora para asistir a la Misa que se ofrecerá esta mañana en el recinto ferial.

Este madrileño hotel, ubicado en la carretera de Barcelona, ha sido el elegido para acoger a las familias de las víctimas mortales, salvo en un caso, el de una herida que se encuentra en el Hospital de La Princesa.

Una de las afectadas, que perdió en el MD-82 siniestrado a su hijo, su nuera y a sus dos nietos, no se explicaba esta mañana lo ocurrido. "Si sabían que el avión estaba roto, ¿por qué lo utilizan?", repetía.

Por su parte, Elisa Jiménez, de Almagro, ha perdido a su sobrino José Alcaráz, de 45 años, y a las dos hijas de éste, de 18 y 20 años, cuando todos ellos iban de vacaciones. "Me enteré por la televisión, nos trasladamos a Madrid, y sobre las 8 horas nos dijeron que se habían matado los cuatro", comentaba desolada.

"Tanto en el IFEMA como en el hotel nos han atendido muy bien, pero cuando llamamos desde Almagro aquí, no nos cogían el teléfono.

Le han hecho las pruebas al padre y aún no hemos obtenido los resultados", explicaba.

Asimismo, indicó la dureza de la noticia para la madre de José, cuando también se enteró por la tele. "Está en el hospital, fatal, con pastillas y con calmantes", manifestó.

Por su parte, Francisco Javier Hernández, hermano de Marcos, otro fallecido, sólo podía decir que toda la familia está "destrozada". "Mi hermano cumplía hoy 23 años. Nos enteramos por la televisión pero cuando llegamos aquí nos enteramos que estaba entre los fallecidos. Aún no hemos podido identificar el cuerpo, y toda la familia está muy mal", explicó.

Otro hombre, de mediana edad, relataba que ha perdido a tres sobrinos de 19 años, catorce y 11 meses, y a pesar de la tragedia, aún tenía fuerzas de alabar la labor de los servicios de emergencia. "En todo momento nos han tratado muy bien y estamos a la espera de comprobar la identidad. Han hecho una prueba de ADN al padre, para identificiar a los hijos", señaló.

"LA SITUACIÓN ES MUY DURA"

Por su parte, un voluntario de Protección Civil y técnico en Emergencias, que quiso mantenerse en el anonimato, explicó cómo salió disparado desde su casa, en Valdemoro, al lugar de los hechos en cuanto supo el número de heridos. "Me he venido a ayudar en lo posible. He estado toda la noche en IFEMA, ahora estoy aquí ayudando a trasladar a la gente y luego volveré a IFEMA", explicó.

"La situación dentro es muy dura, cuando lo recuerdo se me pone la piel de gallina. Mi función es procurar que los familiares se sientan arropados, que tengan todo lo que les haga falta e intervenir si les pasa algo. Esta noche hemos tenido que atender muchos desmayos", relató.

Entre los afectados también se encontraba la familia de un militar de 27 años, fallecido en el siniestro. El joven trabajaba en Madrid y se dirigía a su tierra natal, Gran Canaria, a disfrutar de sus vacaciones. Quiso la mala suerte que, aunque tenía previsto subir al avión de Air Europa de las 8.00 horas, cogió el siniestrado y allí encontró la muerte.