Trabajo mantiene paralizada la panificadora donde un boliviano perdió un brazo en mayo y tramita 6 actas de infracción

Actualizado: domingo, 20 diciembre 2009 13:27

VALENCIA, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

Inspección de Trabajo mantiene paralizada la panificadora de la localidad valenciana de Real de Gandia donde el pasado mes de mayo un boliviano perdió el brazo izquierdo mientras trabajaba y posteriormente el dueño lo abandonó cerca del hospital.

Trabajo extenderá seis actas de infracción y además comunicará los hechos a Fiscalía por si fueran constitutivos de un delito contra los derechos de los trabajadores.

Esta es la respuesta, recogida por Europa Press, de Presidencia del Gobierno a una pregunta del diputado de IU Gaspar Llamazares sobre las actuaciones tomadas en esta empresa Horno Rovira Safor, S.L., que dispone de dos centros de trabajos. El primero de ellos, y único que consta dado de alta ante la autoridad laboral y ante la Seguridad Social, es un horno tradicional de panadería y pastelería.

Este centro fue visitado por un subinspector de Empleo y Seguridad Social el 27 de agosto de 2007, que ya levantó un acta infracción por emplear a un trabajador extranjero, también de nacionalidad boliviana, que carecía de permiso de trabajo. Este acta fue conformada por la Subdelegación del Gobierno de Valencia el 6 de marzo de 2008.

Respecto al segundo de los centros, no se notificó su apertura a la autoridad laboral ya que quedó acreditado que la empresa incumplió la obligación de notificar a la Dirección territorial de Empleo y trabajo de la Generalitat de la apertura de este nuevo centro de trabajo, dedicada en este caso a la actividad de panificadora industrial, sin que tampoco fueses notificado el alta del mismo a la tesorería de la seguridad Social, que "únicamente tenia y tienen registrado el primero de los dos centros de trabajo.

De hecho, fue precisamente en este centro de trabajo no declarado el lugar en el que se registró el accidente, lo que "viene a evidenciar la mala fe de la empresa y de su propósito de actuar al margen de la legalidad".

Por su parte, Inspección de Trabajo paralizó los trabajos en el centro en el que se materializó el accidente al carecer los equipos revisados de los dispositivos de protección exigidos y por no estar adecuadas la instalación eléctrica a las especificaciones del reglamento electrónico de baja tensión y, a fecha de la respuesta, en octubre de este año, los trabajos seguían paralizados.

Además, visitó el centro declarado, el horno tradicional, y notificó la paralización de dos nuevos equipos de trabajo, así como la extensión de varios requerimientos que afectan a la instalación eléctrica y al soplete de encendido del horno, entre otro aspectos.

Como consecuencias de estas comprobaciones, previsiblemente se extenderán seis actas de infracción: por la paralización de cuatro equipos de trabajo la extensión de varios requerimiento por infracciones graves; en materia de gestión preventiva porque la empresa no acredita una mínima actividad de gestión en esta materia. En materia de formación prevista por no haber acreditado la impartición de formación suficiente y adecuada a sus trabajadores y en materia de vigilancia de la salud por no haber justificado la realización de la vigilancia específica de la salud de sus trabajadores.

Por último en materia de seguridad social y extranjería por mantener a cuatro trabajadores en situación irregular y en materia laboral por tener una jornada y salarios inferiores al previsto en el convenio de aplicación.

LEY DE EXTRANJERIA

Además, de estas infracciones se instará de la Seguridad Social al declaración del recargo de prestaciones y serán remitidas las actuaciones en materia de Prevención a de Riesgos Laborales a la Fiscalía en aplicación del protocolo de colaboración. Asimismo se remitirá copia de las actas en materia de Extranjería por sui lo hechos constituyeses un delito contra los derechos de los trabajadores.

Frans Rilles Melgar, de 33 años, perdió el brazo el pasado 28 de mayo en una panificadora de la localidad valenciana de Real de Gandia, en la que trabajaba sin contrato desde hace algo más de año y medio. En el momento del accidente, el trabajador se encontraba amasando 40 kilos de harina y, cuando se le cayó una bolsa, se le quedó enganchado el brazo izquierdo en la máquina.

Tras el incidente, el jefe del joven lo subió a su vehículo para llevarlo al hospital San Francisco de Borja de Gandia, aunque unos 50 metros antes de llegar, le obligó a bajar y lo abandonó en plena calle, según denunció la hermana del herido, Silvia.

Un viandante fue el que ayudó al joven a llegar al servicio de Urgencias del hospital de Gandia, y una vez allí los médicos se pusieron en contacto con el cirujano Pedro Cavadas y su equipo para ver si le podían reimplantar el brazo, que había sido tirado por los empresarios a un contenedor, según la denuncia.

El trabajador fue trasladado hasta el Hospital Virgen del Consuelo de Valencia, para tratar de llevar a cabo el reimplante, aunque no se pudo realizar dado que el brazo amputado se encontraba en muy mal estado.