Varias decenas de personas se concentran ante Sanidad en repulsa por el asesinato de una doctora a manos de un jubilado
MURCIA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los responsables de riesgos laborales del Noroeste habían solicitado cambiar el sistema de aviso ante emergencias que existía en el centro de salud de Moratalla (Murcia), en el que ayer un jubilado disparó a una doctora a la que causó la muerte y al conductor de una ambulancia que permanece herido, pero "finalmente esa modificación no fue aceptada", según indicó hoy la secretaria de Organización y Comunicación de FSP-UGT, Isabel Zuazu.
La Consejería de Sanidad y Consumo del gobierno murciano confirmó ayer en el centro de salud de Moratalla dispone de timbres de alarma en las consultas, conectados a la recepción y a una empresa de seguridad.
Sin embargo, Zuazu aseguró que "se quería cambiar el sistema de aviso a uno más operativo y eficaz, que es lo que pensamos que debería haber estado". "El timbre que había no puedo decir si funcionaba o no, pero el sistema de aviso de quería cambiar y finalmente esa modificación no fue aceptada en el comité".
Precisamente, Zuazu explicó que ayer mismo "se solicitó la reunión inmediata del comité de salud laboral de la comarca del Noroeste" y aseguró que "aunque todo está muy reciente, todos los hechos se van a analizar exhaustivamente".
Asimismo, apuntó que "las medidas de seguridad ya estaban contempladas en el Plan de Prevención de Agresiones, pero se trata de que todas ellas sean un hecho en el día a día". Y es que, añadió, "está claro que un hecho de estas características no se va a poder prevenir siempre, pero es cierto que hay que mejorar la seguridad de los trabajadores del Servicio Murciano de Salud (SMS) porque las agresiones verbales y físicas se producen".
Al respecto, relató que los servicios de urgencia "son siempre los que más desamparados se encuentran" y comentó que "no es lo mismo trabajar en un hospital como la Arrixaca que en un centro de salud un tanto perdido en la Región" o en el hospital psiquiátrico "donde se producen amenazas de muerte, con agresiones por las características de los enfermos y porque no siempre quienes están allí tienen el perfil de paciente".
Por ello, abogó por "trabajar desde la unidad sindical y junto a la Administración para mejorar todo esto definitivamente", así como pidió que "se sensibilice a la población de la importancia del personal sanitario y de que hay que tratarlo con respeto, como a cualquier trabajador".
"A veces el paciente paga los platos rotos con el último que le recibe, ya sea el médico, en enfermero o la persona de ventanilla, y por eso hay que abordar esta cuestión desde distintos puntos de vista", apostilló Zuazu, quien realizó estas declaraciones tras participar en una concentración, a las puertas de la Consejería de Sanidad y Consumo, en repulsa por el suceso de ayer.
CONCENTRACIÓN ANTE SANIDAD.
Tras la concentración, en la que se guardaron cinco minutos de silencio y a la que asistieron varias decenas de personas, Zuazu leyó un comunicado conjunto de las organizaciones convocantes --Cemsatse, CCOO y UGT--, en el que muestran su "más profunda repulsa ante los hechos de extrema violencia acontecidos en el centro de salud de Moratalla y nuestro más profundo apoyo a familiares, amigos y compañeros de las víctimas".
Igualmente, exigen "un aumento de las medidas de seguridad en los centros de trabajo, que el actual Plan de Prevención de Agresiones sea mejorado y se profundice en su implantación, y que se realice un seguimiento de oficio por parte de la Administración de todos los casos de agresiones a profesionales sanitarios".
Por último, el comunicado pide a la Administración la convocatoria urgente de la Mesa Sectorial de la Sanidad y del Comité de Seguridad y Salud "para dar respuesta a las peticiones anteriores".
